Cambian los tiempos y cambian las respuestas a las mismas preguntas. Si antes nos costaba decidir qué querríamos llevarnos a una isla desierta, ahora lo más lógico sería no llevarnos NADA. Disfrutar del silencio y la soledad e intentar conseguir tiempo y espacio para ver cómo van las cosas por dentro. Cuando comencé a escribir esta columna, mi intención era buscar el camino hacia la mejor opción musical. El título, que ahora me parece excesivamente largo y explícito, hacía referencia al objetivo de informar a todos aquellos que quisieran conocer una opinión sobre músicas poco conocidas. Por aquel entonces hubo veces que las pistas tuvieron que salir de la provincia para poder ‘asistir’ a ese concierto deseado. Una vez las pistas llegaron hasta el concierto de Neil Hampstead en Granada y también hasta Villanueva del Ariscal, donde germinó la idea de Jesús Cosano de volcar en un libro (Los Invisibles) su investigación sobre la esclavitud silenciada. Aquel fue un día casi perfecto, si Lou Reed no nos hubiera dejado pues conocí a Raúl Rodríguez y Santiago Auserón.
Pero estas batallitas sobran para explicar la sensación de ebullición cultural que estamos viviendo en Málaga, la ciudad de las maletas. Ahora se agolpan los eventos al borde de mi teclado y casi no me dejan tiempo para contarlos. Tengo la sensación de ir en un tren de alta velocidad, donde pasan tantas cosas y tan deprisa que casi no las veo aunque las mire. Desde el último artículo he escuchado en directo la canción que Javier Ojeda le ha dedicado a su padre. He imaginado un jardín inglés con todos los setos perfectamente alineados demarcados por las irreverentes esculturas de Angel Pantoja desde que las vi en el estudio de Ignacio del Río. He visto nacer la idea de Paula Vicenti y María Egea (SoWhat) para la última edición de Art&Breakfast. Edición que aparte de las reivindicaciones de moda, ha sido fresca y efervescente, con obras llenas de humor e ironía pero para hablar de ellas necesitaría pasar una semana en esa isla a la que no me llevaría nada, algo que tendrá que esperar, mi avión sale a las ocho, aunque volveré a tiempo para poder escuchar los nuevos temas de Dry Martina el próximo viernes 22 en La Térmica.
(Sandra Pedraja en Diario Sur).