Acústicos

Como habréis podido observar los asiduos a esta página, a lo largo de este año he tocado (en solitario, claro) mucho más en formato básico o acústico que con la banda completa. Es normal, aparte de que es mucho más asequible económicamente, sirve mucho más para un circuito de salas pequeñas, que en el fondo es lo que funciona en invierno y primavera. Y dado que el disco tampoco ha tenido una gran difusión, es un método fácil de estar en activo defendiendo tu producto, ¿no?

La moda de los «desenchufados» empezó, creo, a finales de los 80. Un guitarrista mítico del rock, Eric Clapton, arrasaba comercialmente agarrando una acústica y despojando de ornamentos su repertorio mítico, a la par de mostrar algunas nuevas baladas que le reportaron sustanciosos beneficios. Lo que siguió después ya se sabe: prácticamente todos los artistas importantes de la MTV han grabado algún concierto o disco en formato básico, algunos dotando de sentido su discurso, otros sencillamente apuntándose a la moda. Ah, y otros como Dylan o Neil Young simplemente haciendo lo que han hecho siempre. Aquí en España la cosa le ha ido de maravilla, por ejemplo, a la gente de la radio, que veía como podía tener algún artista en directo en exclusiva con costes mínimos.

Acústicos, «desenchufados» o «básicos», soy de los que piensa que hay que darle sentido al formato. Danza Invisible, por ejemplo, apenas ha hecho, por la sencilla razón de que el grupo no se encuentra cómodo. De hecho, cuando empecé a hacer conciertos solo fue en parte por las ganas de probar algo distinto, de ver cómo me sentiría en un escenario sin el arrope de amplis y batería. Y a mí, eventualmente, me encanta tocar así. Yo que sé: tienes que hablar más con la gente, hacer más de «entretenedor», meter al público en tu película. Ahora, no nos engañemos, ese tópico de que si una canción es buena lo es también con acústica y voz no es exactamente cierto, ¿eh? Conozco un montón de canciones estupendas que pierden toda la gracia al despojarlas de la base rítmica, y ahí está en parte el reto del asunto: sacar adelante un repertorio que funcione, darles una vuelta a algunas de tus canciones para que no pierdan brillo, buscar ángulos distintos a los temas. En definitiva, seguir creando.

 

«Dime la verdad» (o «Juegos»), el tema en directo que os podéis descargar este mes, no es exactamente un acústico, pero sí tiene una atmósfera muy de club, de garito pequeño. Ha sido cortesía de mi buen amigo Juan Antonio Pérez Marín, de Baza, que me ha cedido el concierto completo que grabé en su sala New Camel el 13 de febrero del 2004, con un montón de interpretaciones que se cuentan entre lo mejor que tengo en directo. Está dedicada al Ángel Caído, que siempre añoró la introducción a piano del tema en «Polo Sur». Así la tienes de las dos maneras, amigo.