Ojeda quiere contar con los mejores artistas locales y ya tiene confirmados a Tony Zenet y a Celia Flores
El concierto tendrá lugar el próximo 23 de septiembre
«De verdad que no me explico cómo a nadie se le ha ocurrido hacer esto antes». Javier Ojeda oscila entre el estupor y la emoción cuando desvela los detalles de uno de los proyectos que ocupan su tiempo y en el que ha depositado no pocas ilusiones: un homenaje a Marisol a través de sus canciones. El concierto ya tiene fecha y lugar: el 23 de septiembre, domingo, en el Teatro Cervantes, y en él se han embarcado un buen número de artistas locales -«los mejores que hay», advierte Ojeda- dispuestos a rescatar no solo al mito del cine de los 60, sino también a reivindicar la calidad de una música que vivió entonces una época dorada.
«Marisol tenía a su servicio a los mejores compositores de la época, que trabajaban para hacerle canciones maravillosas», recuerda Ojeda, que cita a Augusto Algueró o a Juan y Junior como referencias de la «buena música» de aquellos años. «Entonces se hicieron canciones alucinantes, como ‘Cabriola’», asegura entusiasmado el cantante, que aunque aún no ha decidido qué tema interpretará ese día, sí tiene claro que estará sobre el escenario recordando a Pepa Flores y haciendo lo que mejor sabe: cantar.
El formato del concierto-homenaje, cuya grabación en un disco no se descarta, ya está fijado: en escena, una banda base de la que formarán parte músicos de grupos locales como Chambao o Danza Invisible, y luego los cantantes invitados, que interpretarán los temas más emblemáticos de la trayectoria de Marisol. «Tenemos un repertorio extraordinario», adelanta Ojeda, que ya trabaja en estas colaboraciones con artistas locales. A pesar de que el proyecto está aún en su fase embrionaria, el vocalista de Danza Invisible ya ha cerrado la participación de Tony Zenet y la de Celia Flores, la hija pequeña de Marisol que además ha cogido el testigo de su madre en el mundo de la canción.
Precisamente a través de ella ha recibido Pepa Flores la noticia del homenaje que proyecta Javier Ojeda en el Teatro Cervantes. «Me consta que está encantadísima con la idea», asegura el cantante, que sin embargo es consciente del celo con el que la cantante y niña prodigio de los años 60 y 70 protege su vida privada, por eso aún no sabe si acudirá o no a la cita del 23 de septiembre. Desde que decidiera apartarse de la vida pública hace ya años y recuperar su anonimato y su plácida vida en su casa de La Malagueta, Pepa Flores apenas se ha prodigado en actos sociales, a pesar de la insistencia con la que en muchas ocasiones se reclama su presencia. Quién sabe, quizás esta vez haga una excepción.
(Publicado en Diario Sur).