Extraño mes de agosto

Sin duda, el más raro que haya vivido jamás. Para no caer en la pesadumbre que nos invade, señalemos también los momentos bellos por aquello de terminar con buen sabor de boca.

-LO MALO: La ya sempiterna crispación política; ¿es que esta gente no se da cuenta de que ahora más que nunca necesitamos estar unidos? La incertidumbre constante, se me cayeron tres bolos de los que había proyectados, aunque parece que podremos retomar los del centro cultural «La Fábrica de María». También, ay, me acaban de comunicar que se aplaza lo que íbamos a hacer en el WiZink Center de Madrid (el Festival Solidario «El último aplauso») este sábado debido a la situación nada halagüeña de la Comunidad de Madrid con respecto al tema de los rebrotes. Alguna irresponsabilidad de los medios al no contrastar ciertas noticias: por ejemplo, fue lamentable la crucifixión del Starlite y el grupo Taburete, posteriores imágenes demostraron que la cosa no fue tal y cómo nos hacían ver; o lo del Chiringuito Edén de Torremolinos, ¿qué culpa tienen ellos de que 200 irresponsables se citen sin mascarilla en la playa de al lado? Tienen fama de ser los más legales y respetuosos con las normas de toda la localidad. Por un lado, los prejuicios de la izquierda más boba al «mundo Cayetano», por otro la homofobia más partidista y recalcitrante.

Lo peor de todo, la ruina que acecha a muchísimos compañeros de gremio, músicos o no. Por eso la movilización que se prepara el 17 de septiembre es más necesaria que nunca, urgen cambios inmediatos en la situación del sector.

 

-LO BUENO: Quién sabe, a lo mejor me convenía pisar un poco el freno después de tantos años de actividad frenética en directo. En agosto las cuatro galas que he tenido han sido muy especiales y recordables por distintos motivos: la que hice con Danza en Santander tuvo una de las respuestas más cariñosas que recuerdo por parte de un público que apreció sobremanera la entrega que pusimos en esa situación tan desconcertante de ver a la gente sentada y separada; la que hice con mi banda de solista al completo fue en un sitio precioso y el trato de la organización más que exquisito; la privada que hicimos en Orense fue realmente una maravillosa velada entre amigos, y el acústico de Zahara pues ya os imagináis. Y ni un solo rebrote en espectáculo cultural alguno, bien por nosotros y por el público que viene a vernos.

Por otra parte, hacía años que no disfrutaba tanto del sitio donde resido, aunque haya sido lamentablemente a costa de una merma importante en el turismo. La sensación de estar nadando con peces gordos saltarines a mi lado no la vivía desde hace muchísimo. Y también debe haber algún tipo de justicia poética en el hecho de que la hostelería de los barrios de Málaga no se haya resentido en absoluto, en detrimento de la Málaga del centro enfocada a los cruceristas y viajeros ocasionales.

Y claro, la grabación del disco. Diréis que estoy tardando muchísimo, pero es que lo estoy haciendo en días sueltos, aprovechando los huecos que le quedan a YorDani Pineda en su estudio Moby Dick. Por otra parte, espero que estos videos en los que os voy narrando las vicisitudes de la grabación os ayuden a comprender cómo de dificultoso, cuántas horas hay que echar para tener listo un nuevo trabajo, tiempo de composición y arreglos aparte. Creo que para la llegada de otoño tendré totalmente lista la parte de las versiones del disco, 7 temas en total.