Incorrecto

Hace unas dos semanas mis hijos me regalaron lo que para mí ha sido el mejor regalo de mi vida, un libro-fanzine estupendamente encuadernado dedicado a mi persona. Es una colección de chanzas, burlas y escritos varios que versan sobre mis manías y lo que es crecer con una persona tan peculiar como debo ser yo. Los cabrones me meten una caña increíble, pero el final del libro directamente me hizo llorar, no en vano frases como «Esperamos que estas frases hayan conseguido al menos sacarte una sonrisa, y que sepas cuánto te queremos, incluso aunque a veces lo demostremos burlándonos de tus manías, momentos Ojeda o exclamaciones icónicas» a un padre le llegan a lo más hondo. En fin, me quedo con la sensación de que definitivamente he hecho algo bueno en la vida al ayudar a educar a dos tíos con tan buen corazón. Por no hablar de mi ahijado Marcelo, otro pedazo de pan al que dan ganas de abrazar.

Javier, el mayor, es el que más se parece a mí físicamente y es licenciado en Ciencias Políticas. Súper culto y apasionado del arte en general, la primera vez que ha cantado en su vida ha sido en el tema a trío «Viento de poniente» y estoy seguro de que la experiencia le ha encantado. Es muy curioso porque tiene una cara dura increíble, pero le da muchísimo corte cantar en directo. De adolescente ha sido una auténtico trasto, se dedicaba en la escuela a hacer bullying a los que hacían bullying, así se las gastaba el muchacho.

Pablo, o Jassy como le llaman todos sus amigos, desde pequeño ha sido un chaval híper-sensible, más bien apocado y tímido y con una vena artística increíble. Paradójicamente siempre ha sido muy lanzado para empuñar el micro, recuerdo que de muy crío ya hizo conmigo un «Happy» en las fiestas de su cole con una gracia increíble. Ahora se ha espabilado un montón y mucho ha tenido que ver entrar en la ESAD, la escuela de arte dramático de Málaga. Ya sabéis que ha publicado su primer álbum y ahora quiere recibir clases de grabación y producción musical.

Ambos forman parte del Colectivo Ojeda, una agrupación que acaba de grabar su primer tema en la que también militan mis sobrinos La Vida de Jaime, bastante reputado como DJ, Pepe Ojeda (que ya hiciese coros en «Viento de poniente») y Christian Guggenbühl «Tako» como rapeador, todos ellos absolutamente enloquecidos por la música y cuyo proyecto pasa por hacer algunas galas como DJs-cantantes. Sería una pasada, ¿no? También quieren realizar un podcast que promete, porque son muy cultos y divertidos, con el gen de locura Ojeda (¿incorrectos?), muy explosivos y con un humor bastante ácido. Como podéis ver, al «incorrecto» -así se llama el libro que me han dedicado mis hijos- se le cae la baba viendo que la saga continúa.

Por mi lado os puedo decir que no estoy perdiendo el tiempo en absoluto estas semanas de parón en directo (relativo: ya he invadido escenarios ajenos dos o tre veces por puro gusto) y la cosa comenza a pintarme bien en cuanto a galas. Ya he anunciado el proyecto «Javier Ojeda presenta» para el 22 de marzo en Benalmádena, con un puñado de grandes artistas invitados, y en breve os enseño otra idea que voy a ejecutar para la Diputación de Málaga, serán tres conciertos MUY especiales. Además, el nuevo disco que quiero publicar a finales de año camina a buen ritmo.


¿Cómo será? No estoy seguro aún, estoy acumulando material propio y ajeno. Tras unas semanas en las que creía estar en crisis, y es que son muuuchos años produciendo musica, he acudido a una idea que ya me funcionó en «Reversos»: rebuscar temas antiguos apartados o versiones que toqué solo en directo en mis comienzos como solista, también alguna pieza inacabada que comencé con Danza Invisible y ahí se quedó. Y ya hay muchas cosas que me están gustando, estoy muy contento. Y si mis hijos dicen que «este regalo no es solo una recopilación de momentos divertidos, sino una oda al padre, amigo y persona maravillosa que eres«, ya me puedo morir tranquilo.