- El músico malagueño actúa con su banda el viernes en Jerez, 37 años después de la final que les abrió las puertas al reconocimiento nacional
Foto: Portada del segundo disco de Danza Invisible
“No te vayas a creer que me acuerdo mucho. Es una nebulosa. Una nebulosa agradable, pero nebulosa. Ten en cuenta que cuando empezó el concurso yo tenía 17 años y fue una época completamente alocada. En Jerez nos corrimos juergas que hasta me sonroja recordar. Anfetas por un tubo y un no parar. Recuerdo la que le montábamos a un tío encantador que tenía un restaurante que se llamaba Los Perros y que era donde comíamos a cuenta de la organización. La paciencia que tuvo ese hombre con nosotros”.
Javier Ojeda era el más joven de la banda que en 1982 ganaría la primera edición del concurso Pop Rock Alcazaba. No necesita mucha presentación aquel grupo que aún hoy hace giras periódicas y que tiene un buen puñado de éxitos a sus espaldas. Su nombre es Danza Invisible. “Hasta entonces a nosotros nos conocía alguna gente en Málaga, pero poco más. A partir del concurso nos salieron conciertos en el Rock Ola de Madrid, que era como darte el reconocimiento de que estabas en la escena, y pasamos de grabar con una independiente, MR, a que se interesara por nosotros una de las grandes, Ariola, que fue con quien grabamos nuestro segundo disco y con la que nos llegó la popularidad. Pero todo fue porque antes habíamos pasado por El Alcazaba”.
Cuando se presentaron al concurso no tenían demasiadas dudas de que saldrían triunfadores. “Éramos unos tipos muy arrogantes y estábamos convencidos de que éramos la hostia. A Jerez íbamos de sobraos. Pero también era porque nos lo habíamos currado duro en el local de ensayo. Montamos el grupo y nos lo tomamos muy en serio”, dice Ojeda.
Se sitúa en la época y Ojeda recuerda qué cambios se produjeron en aquel tiempo “porque yo lo que escuchaba eran los discos de mis hermanos mayores con mucho rock sinfónico o Led Zeppellin y todas esas vacas sagradas. En Málaga no había muchos referentes. estaba la movida pseudojipi y todo eso del rock andaluz, pero poco más. Un día un amigo me colocó un disco de los Jam, seguí investigando y redescubrí el mundo. De mis discos me quedé con los de Lou Reed y Bowie y poco más. Ya empezaba a saber lo que quería hacer”.
Luego vinieron otras referencias, como los Simple Minds, a los que siempre se les asociaría en los 80 porque cada grupo tenía que tener una referencia extranjera. Cuando se presentaron en Jerez ya contaban con un sonido propio y una estética más o menos definida que evolucionaría con el tiempo.
En el concierto del viernes, al que acude el grupo con su formación casi original (el batería dejó el grupo en el año 93), el repertorio tendrá mucho de sus canciones de los años 80 “y creo que incluso interpretaremos una canción que ya hicimos en el año 82”, explica el autor de éxitos tan notables como Sin aliento.
(Pedro Ingelmo para Diario de Cádiz).