Para su tercer disco en solitario el líder de Danza Invisible convierte la zona en la que se crió en el germen de su próximo disco y en el argumento del musical en el que debutará como actor.
Hace quince años Javier Ojeda grababa el videoclip de uno de sus últimos grandes temas con Danza Invisible, ‘Por ahí se va’ (el amor) en pleno Barrio Chino de Nueva York. Podría decirse que de aquel último gran viaje ha aterrizado en un «describe tu aldea y serás universal». Porque no hace falta irse tan lejos. Así ahora, un poco por reencontrarse con la esencia, por la nostalgia del rockero pureta que trata de apresar el tiempo perdido y por las cervezas en el Bar Niebla, Ojeda ha vuelto a la Málaga desde la que se lanzó al mundo, y está de regreso al barrio donde creció, de forma figurada, se entiende, el Barrio de La Paz que desde ya también es para la wikipedia el tercer disco en solitario del ex líder de Danza Invisible.
El niño Javier describió este miércoles en rueda de prensa su entrañable hábitat adolescente, y nueva inspiración atmosférica, de edificios altos, de barrio proletario,»donde todos se llamaban con un artículo delante; el Pepe, la Mari…» y consecuencia urbana del desarrollismo de Málaga en los setenta. En esa ‘jungla’ dijo «era más feliz que cuando mi madre por mis buenas notas quiso pasarme al colegio Los Olivos, que a fin de cuentas era más pijo pero me gustaba menos. Allí pasé los mejores años de mi vida y éste disco no es otra cosa que mi homenaje a éste. A este barrio se le ha cantado menos, aunque tenga muchos nombres de calles dedicados a músicos, pero yo quería decir que se puede alcanzar la felicidad dentro del mismo. Yo lo fuí».
Aquellas correrías más allá del colegio Rosario Moreno están en los nueve temas y tres regalos extras que contiene ‘Barrio de la Paz. Acto 1’ y en el que no abandona su eclecticismo de fábrica. Aunque ya ande muy lejos del émulo de Simple Minds con el que apareció en Rockola en el 82. Reincide en la mezcolanza musical que también caracterizó a Danza Invisible y que ahora se ve muy apropiada para poner banda sonora a un disco callejero, surtido de cubanos, flamencos, rockeros, souleros, raperos. «El espíritu que emanan estos temas está en concordancia con el nombre del barrio, de la Paz y la concordia. Quería también comunicar esto en unos tiempos en los que todo es confrontación y malos rollos. Es un alegato al buen rollo», adjudicó.
Ojeda, que dijo sinceramente sentirse en «su mejor momento profesional y muy contento con el resultado de la grabación», también presentó el espectáculo dramatizado que incluirá el contenido del disco en el Festival de Teatro que se celebra estos días en la ciudad (Teatro Echegaray, del 27 al 31 de enero). Lo hará dentro del musical titulado ‘Mambopera’, que fue descrita como una propuesta novedosa, ni ópera rock, ni disco conceptual exactamente, «sino como algo fresco no como se estila en los últimos tiempos con tributos a grandes bandas ya muertas y muy llena de comicidad, ternura y pellizquito», como acertaron a definirlo entre el cantante y dos de las actrices del show, Noemí Ramírez y Virginia Muñoz de ‘Caramala’, (también oriundas del mismo distrito) que harán tipos del barrio entre tema y tema.
Pero el reencuentro más directo con el barrio de Ojeda, será un poco antes, y en clave de performance. Para eso la compañía y el cantante se plantarán el próximo día 21 a las doce de la mañana en la plaza Mozart de La Paz y allí regalarán un adelanto de lo que será su nuevo disco y la representación de Mambópera. Los vecinos de la zona también tendrán, como guiño, rebajas en las entradas de la función del día 28 y ya en los bares de la zona está el papel a la venta entre quinto y quinto de cerveza.
(Artículo de Francis Mármol para El Mundo Andalucía).