No es casualidad que su nuevo disco responda al título de Incorrecto
Quien fuese durante más de 40 años cantante de Danza Invisible señala que su enésimo lanzamiento es «extraordinariamente personal» e invita a sus seguidores a que se sumerjan en «una isla dentro de lo que suena ahora»
Foto: El intéprete malagueño Javier Ojeda posa en uno de los espacios gastronómicos del Only You Hotel Málaga. / ÁLEX ZEA
Empecemos por el final. Le pedimos a Javier Ojeda, tras más de media hora de charla, que se autodefina: «Puedes poner que soy un artista único en su especie. Y también que estamos ante un disco extraordinariamente personal», manifiesta. Y justo a continuación sentencia: «Dentro de lo que suena ahora es una isla. Es un disco muy sorpresivo; y sorprender, tras 43 años de carrera, es para ponerme unas cuantas medallas. Así que vamos a tomarnos una cerveza», expresa como colofón a esta entrevista.
Dicho todo esto, que no es poco, Incorrecto supone el primer trabajo en solitario tras la disolución definitiva de los míticos Danza Invisible. «¿Vértigo? En absoluto. Cuando hicimos el concierto final que ponía fin a más de cuatro décadas juntos y empecé a hacer los nuevos conciertos en solitario, es cierto que no sabía qué repertorio coger. La gente me pedía los clásicos de nuestro grupo y, al principio, era más reacio. Luego he ido manteniendo el equilibrio entre tu integridad artística, algo que me atrevo a decir que es absurdo, y lo de darle al público lo que te pide», añade.
Los siete temas principales de este nuevo lanzamiento son todo versiones. Abrió el camino, como single de avance, Una y Otra Vez, la revisión en español del clásico Time After Time de Cyndi Lauper. Ojeda incluye como La Feria del Este el eterno Scarborough Fair/Canticle que convirtieron en estribillo generacional los estadounidenses Simon & Garfunkel.
Transforma hasta colocarlo en la pista de baile otro hit del pasado siglo, aquel Mirando al Mar que popularizó Jorge Sepúlveda. Reconoce en este punto que esta adaptación requirió de al menos una decena de versiones. Ninguna encajaba, por la dificultad que entrañaba colocar con compases electrónicos un tema con tantos acordes diferentes.
Mención aparte merece la revisión de Los Días Amarillos, una de esas canciones que uno guarda como reliquia entre la vasta producción de Conde (en aquel momento arropado por Los Archiduques). Ojeda ha sabido rescatar un tema incluido en La Canción del Río, donde de alguna forma rinde homenaje explícito a un cantante también extraordinariamente genuino y al que considera «amigo desde la infancia».
«La peculiaridad del álbum es que cada tema está hecho con un equipo de producción distinto. Al principio lo hice por divertirme e investigar. Pero el concepto del disco me lo dieron mis hijos, después de que me regalaran un libro hecho por ellos mismos y en el que hacían un retrato sobre mis peculiaridades. En la presentación de este nuevo lanzamiento, ellos mismos intervinieron y, a modo de introducción, expresaron que lo que me hace único son mis frikadas. En ese libro, cada capítulo recogía precisamente cada una de mis manías», argumenta el propio Ojeda.
Sobre OBK o La Guardia
Le preguntamos sobre alguna espina que aún tenga clavada, después de tantas décadas en la carretera. Y no duda al acordarse de Sin Aliento, uno de los mayores éxitos de Danza Invisible. A quienes conforman ahora su nueva banda para los conciertos en solitario se les resiste esta canción. «Es curioso que lleve todo un año intentando montarla y no hay forma. No la toco actualmente porque no consigo que suene un poco distinta. La toco y suena correcta, pero quiero que sea diferente a la que hacíamos con Danza», resume.
¿Cuál es el secreto de su felicidad? O al menos uno de los que hace que aún no pierda la ilusión por seguir actuando y componiendo o transformando temas de otros, haciéndolos suyos. «No repetir el repertorio de uno a otro concierto. Porque si toco lo mismo todo el rato, eso es la muerte. Es la guerra que he tenido en los últimos años con Danza, porque quería moverme más en el repertorio. Y ya sabes, con la gente más mayor hay un poco de rutina y yo me empeño en combatirla», expresa.
Y reconoce que no existe una receta perfecta en este sentido. «Hay gente que me cae estupendamente, y que están funcionando muy bien, y repiten el mismo setlist desde hace más de una década. Por ejemplo, OBK o La Guardia, que son mis amigos. Su método les funciona. Pero yo me sentiría culpable, aunque sea de una manera tonta. En mi caso no puedo funcionar así, porque me aburriría. Hasta me equivoco con las letras cuando repito una y otra vez el mismo set. Me ha pasado incluso con Sabor de Amor o A Este Lado de la Carretera. Con eso te lo digo todo», confiesa.
La lista de versiones de Incorrecto se completa con Tú Piensa en Mí, Si Alguna Vez y Mírame, pero además ha añadido como temas extra en el CD Viento de Poniente, donde está arropado por sus hijos, Jassy y Javier Ojeda Payá, el Himno del Carnaval de Málaga, que hizo por encargo allá por 2012, y la adaptación de Santa Claus Llegó a la Ciudad, acompañado en este caso por Los Danzolos.
- Tabletom, Javier Ojeda, Eskorzo y El Jose, protagonistas de la próxima edición de Coincierto
- Danza Invisible: la banda sonora de Málaga«
Javier Ojeda anuncia que en 2026 vendrá un periodo en el que aparezcan muchas versiones ajenas en sus repertorios. Además, ya sin rodeos, rescatará temas como A Este Lado de la Carretera, que hasta el pasado año siempre estaba reservado a los conciertos junto al resto de Danza Invisible. «Este año he estado intentando acostumbrar a la gente de que puedo tocar todo. Me he quitado la espinita de temas que, por distintos motivos, no entraban en mis conciertos en solitario». Aguarda así un año absolutamente Incorrecto.
(Fran Extremera para La Opinión de Málaga).