Javier Ojeda y los suyos celebran los 30 años de su mítica Noche Rosa

Fuengirola revivirá, tres décadas después, una de las veladas musicales más legendarias de su historia, aquella de 1989 en la que los Danza demostraron por qué entonces estaban en la cresta de la popularidad

Foto: Los malagueños Danza Invisible.

DANZA INVISIBLE: 30 AÑOS DE LA NOCHE ROSA

  • Castillo Sohail, mañana, sábado, a partir de las 22.00 horas
  • Entradas: 15 euros (+CD)

Este sábado 20 de julio Fuengirola vivirá una velada muy especial: la conmemoración del mítico concierto de Danza Invisible en La Noche Rosa de 1989, coincidiendo con su 30º Aniversario. El Castillo de Sohail es el sitio escogido para esta efeméride que no se conformará con repetir el setlist de aquella ocasión, sino que lo ampliará con la inclusión de canciones que giran en torno a aquel mítico verano de 1989 y que además contará con la participación estelar de la que se ha denominado para la ocasión como la Big Band de Fuengirola, un combo de más de 30 músicos de extraordinaria experiencia al frente de la laureada Banda Municipal, con arreglos de Jose Carra, gran músico de jazz malagueño responsable de las elegantes líneas del último trabajo de Miguel Poveda, entre otras muchas cosas. Además, se contará con los teloneros de entonces de la banda malagueña: los fuengiroleños Currito y Los Escombros. También comparecerán algunas estrellas internacionales cuyos nombres aún no han sido desvelados, aunque se sabe que una de ellas es Martha High, la legendaria corista de James Brown que vive desde hace unos años en la Costa del Sol.

La Noche Rosa, una cita impulsada por un grupo de amigos de Fuengirola, fue la principal expresión en Fuengirola de la Movida Madrileña y por ella pasaron entre 1984 y 1996 los principales grupos de música pop y rock de la época, como Radio Futura, La Unión, Golpes Bajos, Gabinete Caligari, Mecano, El Último de la Fila, Héroes del Silencio, Danza Invisible, La Orquesta Mondragón, Presuntos Implicados, Los Ronaldos, Los Rodríguez o Seguridad Social, entre otros. Pero una de las veladas más legendarias sigue siendo la de unos malagueños, Danza Invisible, que, tres décadas después, siguen al pie del cañón.

(Publicado en La Opinión de Málaga).