Los asistentes a los Premios Málaga realizaron un diagnóstico de los retos y desafíos que la provincia tiene aún en el tintero, entre los que destacaron movilidad, empleo y sanidad
Málaga se ha convertido en la ciudad de moda. En los últimos años, su crecimiento económico, cultural y poblacional la han posicionado en el punto de mira. Sin embargo, este auge ha traído consigo también grandes desafíos a los que tendrá que enfrentarse si no quiere «morir de éxito».
El pasado 17 de octubre, La Opinión de Málaga celebró la undécima gala de entrega de sus Premios Málaga en el Auditorio Edgar Neville de la Diputación de Málaga, que congregó a más de 400 invitados de todos los sectores de la sociedad malagueña, a los que nos acercamos a preguntar cuáles creían que eran los principales retos que la ciudad tiene por delante a día hoy y, si se atrevían, cuáles podrían ser sus posibles soluciones.
Aunque las respuestas aludieron a diferentes sectores, hubo un claro vencedor: la crisis de la vivienda se perfila como uno de los mayores retos que Málaga deberá afrontar en los próximos años. Muchos de los invitados coincidieron en que equilibrar el crecimiento económico con el acceso a una vivienda asequible para sus residentes es una de las necesidades más urgentes a solventar.
Foto: Javier Ojeda, tras recoger el Premio Málaga de Cultura 2024, junto a los integrantes de Danza Invisible / ÁLEX ZEA
«El reto más acuciante, sin duda, es el problema de la vivienda», afirma con rotundidad Javier Ojeda, vocalista del icónico grupo malagueño Danza Invisible, que fue, precisamente, uno de los premiados de la noche. «No hay alquileres y, si los hay, a precios absolutamente disparatados», sentencia el artista, que insiste en que el conflicto de la vivienda no es «ni de izquierdas ni de derechas», sino el problema más apremiante en nuestra ciudad.
El problema se agrava aún más en el caso de los jóvenes. Solo un 2,4% de la actual oferta de vivienda en alquiler en Málaga capital está por debajo de los 600 euros, según un análisis realizado por Fotocasa, y la subida ha sido tal en los último años que alquilar una vivienda en la ciudad ya sale un 27% más caro que pagar la hipoteca, según revela otro estudio del portal inmobiliario Idealista.
«Creo que el mayor reto es el tema de vivienda para jóvenes. Lo que es el alojamiento vacacional se nos ha ido un poco de madre Y, aunque la solución no la sé exactamente, puedo entender que hay que buscar un equilibrio y también preguntarle un poco a la ciudadanía», opina Pablo Domínguez, jefe de cocina y gerente del restaurante Ménade en Baviera Golf, que considera que «muchas veces nos olvidamos de la parte de abajo de la sociedad, así como de los jóvenes y de la gente que está empezando y, en su lugar, nos centramos en esta parte de arriba».
El esfuerzo malagueño tiene premio
En esta misma línea se manifestó la coordinadora provincial de Izquierda Unida Málaga, Toni Morillas, que insistió en que la principal necesidad que tiene Málaga es la de crear una ciudad en la que todos los malagueños puedan vivir dignamente y con derechos. «Ahora mismo lo que está pasando en Málaga es que se está expulsando a los vecinos y a las vecinas de los barrios y que el proceso de turistificación, al final, lo que está provocando es que, donde antes había vecinos y vecinas, ahora lo que hay es un turista paseando y ese proceso hay que hay que pararlo, revertirlo. Tenemos que vivir del turismo, pero también de otros sectores productivos», reflexiona la coordinadora de IU. Morillas recalcó esta idea de que, además de garantizar el derecho a la vivienda, el principal reto es revertir ese proceso de turistificación y cómo lograr diversificar la economía, atendiendo al contexto de cambio climático y de escasez de recursos hídricos en el que nos encontramos.
Rocío Baena, gerente, directora de Comunicación y copropietaria de PROINCO -el Premio Empresa 2024- también coincide en que el gran reto de Málaga es la vivienda, y sobre todo la ciudad debe conseguir «un equilibrio entre un turismo sostenible, que no sea de masa ni que perjudique a la ciudad, y vivienda para todos».
A pesar de encontrarse en polos políticos diferentes, la vivienda es un punto en común tanto de Morillas como de Carlos Conde, concejal de Economía y Hacienda y vicesecretario popular: «El reto de la ciudad de Málaga es de alguna manera contrarrestar el hecho de que es una ciudad que está trayendo mucho talento, mucha inversión y mucho crecimiento económico y eso tiene consecuencias que deben de ser resueltas en corto, medio y largo plazo. Todo lo que tiene que ver con la respuesta al acceso a la vivienda, por la altísima demanda que hay, que no hay una oferta que pueda satisfacerla».
Para Carlos Rubio, presidente de la Autoridad Portuaria, y uno de los reconocidos de la noche con el Premio Málaga Sostenibilidad al Puerto de Málaga, el reto que tiene Málaga «es no morir de éxito»: «Estamos teniendo un desarrollo tan espectacular que tenemos que ser capaces de compatibilizar ese desarrollo enorme con dar una solución a todos los jóvenes que quieren seguir trabajando y quieren seguir viviendo en Málaga».
No obstante, la vivienda no es la única cuestión que preocupa a los malagueños y algunos de los invitados a la gala pusieron de relieve otros asuntos que, aunque a veces puedan quedar en segundo plano o eclipsados por el problema de los alquileres, siguen siendo importantes asignaturas pendientes que Málaga debe solventar si quiere seguir avanzando en el camino del éxito.
Estrechamente ligada con la vivienda, es el tema del empleo. El salario medio de un malagueño ronda los 1.300 euros al mes, teniendo en cuenta que el esfuerzo para poder pagar una casa es del 38% de sus ingresos, y el 42% en el caso del alquiler, un malagueño debería cobrar 2.666 euros netos al mes para poder vivir en su ciudad.
En este sentido, Carlos Conde alega que se debería «mejorar la empleabilidad»: «Que las empresas consigan una mayor productividad y esto se traslade a los salarios, para que de alguna manera responda a ese encarecimiento de la vida, que sufrimos cuando las cosas vienen con mayor ritmo de crecimiento».
En concreto, dentro del sector de la hostelería, Raquel Hidalgo Barquero, directora del CIO Mijas, Centro de Referencia Nacional de Hostelería, aboga por la necesidad de que se reconozca «la formación en turismo y la hostelería como una profesión dignificada». En este sentido, recuerda que la provincia tiene «el segundo mejor convenio de España, el de hostelería». Por ello, insiste en que «hay que reconocer ese valor y la profesionalidad, sobre todo a los camareros. ¿De qué sirve una buena comida si no te sirven perfectamente?».
La movilidad también es otro de los aspectos que preocupan a personalidades como Esther Molina, gerente de SunCruise Andalucía: «El reto que tiene Málaga es resolver el problema del transporte, la accesibilidad y las aglomeraciones del transporte y el tráfico de toda el área metropolitana», afirma.
En la misma sintonía que Molina, Carlos Conde: «Todo lo que tiene que ver con la movilidad es un reto que tiene la ciudad y la metrópoli de Málaga».
La solución que propone la gerente de SunCruise Andalucía es «la puesta en marcha de un ambicioso plan por el transporte público y la concienciación ciudadana del uso del transporte público. Sin eso es imposible avanzar», sentencia.
Recogiendo las palabras de Gonzalo Armenteros, CEO de Soho Boutique Hotels y Premio Turismo 2024 en esta XI edición, Avelino Barrionuevo, concejal de Seguridad, quiso poner en valor la seguridad de la ciudad. Así, Barrionuevo ensalzó que «Málaga, afortunadamente, es una ciudad segura y ese es uno de los alicientes que hace que sea una de las mejores ciudades».
«Y ese es nuestro reto: seguir avanzando para que Málaga sea una ciudad segura como actualmente creemos que es. Lógicamente, la seguridad absoluta es imposible, es lo frustrante de mi área. Es una suerte viajar a Málaga y poder pasear por ella sin mirar atrás, como ocurre en otras ciudades», recalca.
Para que «esto continúe», el titular de Seguridad apela al «civismo y a la educación de los ciudadanos. La vía, la calle es de todos y, por tanto, todos tenemos que ayudar».
Por último, pero no por ello menos importante, Carlos Bautista, delegado territorial de Salud en Málaga, recordó que uno de los principales desafíos que tiene Málaga por delante es el de solventar el problema de las listas de espera y construir el nuevo hospital. «Para estar en la media del número de camas por cada 100.000 habitantes que tiene España nos queda mucho trabajo. Partíamos de la última posición y avanzar es muy complicado, pero en eso estamos», concluye el delegado.
(Chaima Laghrissi y Arancha Tajero para La Opinión de Málaga).