De todos es conocido que la publicación de «Bazar» en 1991 me provocó un cierto disgusto. Por aquel entonces la compañía discográfica, DRO-Warner, nos insistió muchísimo en la necesidad de publicar un nuevo disco y me temo que se salieron con la suya. Yo al principio puse todas las pegas del mundo, ya que apenas teníamos material tras la gira extenuante de «Catalina», pero al final se salieron con la suya tras una visita de los jefes a Málaga, «¿cómo no vais a ser capaces de terminar un disco en mes y medio? ¡Lo sois de eso y mucho más!». El resto de la banda, especialmente Ricardo Texidó, presionó muchísimo para que hiciésemos el disco en los plazos que nos dictaron y yo acabé claudicando no sin escepticismo.
La historia ya es sabida y ha sido publicada en más de una ocasión, resulta que por aquel entonces la discográfica pasaba por unos acuciantes problemas económicos que les hicieron presionar a todos sus artistas punteros para entregar nuevo material con el que salir a flote. Lo malo fue, claro está, que muchos de estos LP’s se resintieron creativamente de haber sido lanzados con tan poco tiempo, y el nuestro puede ser uno de ellos. De hecho, conseguimos sacar el disco a flote en parte gracias al ímpetu de Ricardo Texidó, que vio un momento de recuperar el rol creativo que había ido perdiendo en «Catalina», y sobre todo del arreglista Richie Close, cuya importancia en el acabado del álbum se me antoja crucial.
Ese mes y medio trabajé sin desmayo para poder hacer un trabajo digno. Apenas teníamos dos o tres temas, «Diez razones para vivir» entre ellos, y había que terminar un disco entero. Yo quería mantener el control creativo a toda costa y mi esfuerzo me costó, y también alguna discusión. Finalmente el disco se publicó, significando un bajón considerable de ventas (a pesar de seguir alcanzando el disco de oro); «las precipitaciones se pagan», pensaba entonces.
Es por ello que en 1995 me hice mi propia compilación de canciones en cinta de cassette, imaginando un «Bazar» como debía haber sido. Entonces y hoy en día este disco se me antoja mal proyectado aunque las canciones me siguen pareciendo válidas, por eso apunté una lista de canciones ligeramente distinta que acabé grabándome para mí.
El «Bazar a mi manera» prescinde de las versiones de «Solo el amor te hará llorar» y «Tentaciones» no porque no me gusten, sino porque se incluyeron para rellenar el álbum haciéndole perder sentido unitario (siempre en mi opinión) y en su lugar incluye «La balada de la cárcel», un tema tardío de «Catalina» cuyo aire musical me cuadra mucho más con el tono reposado de «Bazar». Resitúa «Pequeños problemas» entre «Él es un bazar» y «Fiesta después de la fiesta», lugar donde este tema principalmente compuesto por Ricardo Texidó brilla mucho más. Ubica la interesante «El niño, el hombre y el burro» al final del disco, donde su sentido literario cobra mucho más sentido. Y prescinde de «Amor ingrato» y «La mujer ideal», sencillamente porque esos temas contra los que nada tengo en absoluto llegaron al estudio sin que parte de la banda los hubiese escuchado.
Esta lista de reproducción ofrece una manera distinta de escuchar el disco mucho más coherente y, dejando de lado que algunos temas puedan ser mejores que otros, me parece mucho más unitario así. Como propina va «La caída de Lorenzo», que siempre imaginé como estupenda cara B de single para «La deuda de la mentira», raro capricho.
Aquí va el «Bazar» a mi manera: https://www.youtube.com/playlist?list=PL0-8PbMrfY9SdZ1i7y6EUVpsFz4p1su2H