El último programa de televisión que vi en 2018 fue una reposición de un especial que la 2 hizo Chiquito de la Calzá con motivo de la organización del «Chiquito’s Day» en La Térmica de Málaga. El acto estuvo orquestado por Héctor Márquez, gran gestor cultural y periodista de campanillas. Entre el público se divisaba a Guillermo Busutil, otro cinco estrellas de la cultura local, si mal no recuerdo andaba tan bien por ahí Pablo Bujalance de Málaga Hoy…
No sé por qué, cuando me acosté a mi llegada del concierto de Pizarra estaba pensando en cuántos grandes periodistas hay en Málaga. Miren, yo soy de estas personas que cada mañana, tras el desayuno acompañado por la música, suelen hojear la prensa, local y nacional. Otra cosa no, pero creo que no se puede discutir que soy persona viajada y veo que la prensa malagueña anda por encima de la de la mayor parte de las ciudades españolas, de hecho no veo diferencia de nivel alguna entre los articulistas más laureados de El País, por ejemplo, y los mencionados en el párrafo anterior. A las alegrías y los buenos ratos de lectura que me proporcionan van dedicadas estas líneas con las que abro el año 2019.
Héctor Márquez hace de todo, antes lo he presentado como gestor cultural, término que no le acaba de hacer gracia pero que le define muy bien. Pero yo aparte lo que veo en él es a un tremendo escritor que hace que una experiencia tan banal como ver un Facebook privado se convierta en algo interesante. Fue el creador de «La Música Contada», una serie de conferencias-concierto que han marcado época, y de mil cosas más, investiguen por ahí.
Guillermo Busutil me dedicó una de las semblanzas personales más elogiosas que recuerdo, pero no está aquí por eso ni porque me caiga realmente bien. Solo él puede hacer que un artículo sobre la danza llame mi atención. Me suele mandar los artículos semanales que publica en La Opinión de Málaga por whatsapp y a fe mía que si son buenos. Ya puede hablar de una exposición de pintura, de fotografía o de opiniones sobre el modelo de ciudad que queremos, siempre es una gozada leerle, el término «prosa poética» parece diseñado para él. Y tiene varios libros publicados que ustedes pueden comprar ricamente en Amazon, por ejemplo, ¿eh?
También tiene varias cosas publicadas Pablo Bujalance, el principal activo del Málaga Hoy. Sus reportajes sobre los barrios de Málaga me resultan especialmente emotivos, pero este hombre es de los que hace de todo y todo bien: crónicas sobre espectáculos teatrales, actuaciones musicales, política… Siempre ha sido de los que no se casa con nadie -¡bien!- pero especialmente en los últimos años veo que su tono se ha dulcificado sin perder filo. Hace poco hizo una especie de Carta de Reyes Magos en las que pedía una nueva canción de Javier Ojeda y me temo que tendré que complacerle en cuanto pueda.
Incluso la prensa más generalista, la del Diario Sur, ha elevado muchísimo su nivel respecto a años anteriores, imagino que tras coger Manolo Castillo las riendas de la dirección. Aquí hay varios-as plumillas con enjundia, pero me quedo con los artículos de opinión de Txema Martín. Sin llegar al gran poso-peso de escritor de los anteriores, Txema es muy ágil y tiene gran frescura. Me gusta especialmente cuando desliza comentarios frivolones sobre temas que los demás tratarían con más recato, como el enfrentamiento de los taxistas contra Cabify o Uber, es parte de su gracia decir lo que muchos piensan y pocos se atreven a decir.
Hay muchos, muchos más. Jesús Zotano y Fran Extremera son de los que se ven obligados a hacer de todo, malos tiempos para la lírica, y lo mismo te anuncian el próximo concierto de Dylan en Fuengirola que hablan sobre gastronomía local en La Opinión. Teodoro León Gross dio el salto a las páginas nacionales de El País, donde suele encargarse de temas políticos con rigor y, a veces, cierta acidez (seguro que sus artículos no son muy del gusto de los del prusés). Agustín Rivera está en las páginas de El Confidencial y tiene mucha clase también. Isa Bellido es muy joven, pero ya tiene hechuras de periodista importante y combativa. Permítanme incluir aquí a mi sobrino Jaime Ojeda, que desde las páginas de Darba Culture habla principalmente de música y tendencias. Es también de los que tienen un Facebook divertido en el que aflora la vena loca de los Ojeda en secciones como «Gente que se parece a mí».
A todos ellos y a todos los que se me hayan podido pasar, feliz año y gracias por todos los buenos momentos.