Buenos días, vecinos y vecinas de Moclinejo, habitantes de la Axarquía, malagueños, forasteros, visitantes, curiosos y demás afortunados que habéis tenido el buen gusto y la fortuna de recalar por este pintoresco lugar en un día tan señalado como éste, el tradicional festival de viñeros que este año llega a su 24 edición nada más y nada menos. Antes que nada, dar las gracias más efusivas a quienes han pensado en mí para recibir este reconocimiento que me hace sentir increíblemente orgulloso, y más en un año pleno de emociones como este 2024 que siempre recordaré.
Efectivamente, este año comenzaba para mí con la gira de despedida del grupo con el que me he hecho cantante y hasta persona, me atrevo a decir, puesto que me inicié con apenas 17 años y he compartido escenario con el resto de Danza Invisible 42 años casi ininterrumpidos. Siempre diré que para toda la vida seré el vocalista de Danza Invisible y que todo lo bueno que me haya podido pasar ha sido gracias a esa conjunción de espíritu juvenil, explosión de creatividad y trabajo ilusionante que ha gestado canciones que han quedado en la memoria colectiva de este país. Este 2024 unimos nuestras fuerzas por última vez para despedirnos del público que tanto nos ha apreciado, y ha sido realmente emocionante celebrar juntos nuestras hazañas y aún más teniendo ese reconocimiento impresionante que ha sido el recibir la Medalla de las Artes dude Andalucía. He de decir que cuando Juanma Moreno me llamó no daba crédito, y eso que lo conozco personalmente (cuento lo de la llamada).
Recuerdo que cuando empezaba, con ese descreimiento de la juventud, el recibir premios o menciones me daba igual. Incluso, fijaos hasta qué punto, cuando nos dieron una calle a nuestro nombre me lo tomé como algo anecdótico y pintoresco, sin darle el valor que realmente tenía. ¡Ay, qué loca juventud! Desde hace ya casi tres décadas mi visión ha cambiado por completo y he de decir que me siento tremendamente honrado con las distinciones o premios, sean cuales sean. Para mí, es como cuando venías del colegio con varios sobresalientes y esperabas ansioso la felicitación de los padres, si se me permite utilizar esa imagen. Sí, la felicidad, lo que todos aspiramos a conseguir en nuestras vidas, Y hoy estoy feliz.
Conozco Moclinejo desde los años 90 y aquí tengo a mi mujer de testigo. Resulta que como persona extravagante que soy, y por aquel entonces muy pero que muy aficionado al ciclismo, me propuse un objetivo que desgraciadamente nunca pude cumplir, y era el de conocer cada uno de los municipios de la provincia de Málaga en bicicleta. Salía por la mañana temprano, llegaba mas o menos cansado según la distancia transcurrida y luego llegaba Gema con el coche, visitábamos el lugar, pasábamos un día de ensueño y ya regresábamos juntos con la bici en el capó. Como he dicho, jamás pude cumplir el objetivo y me quedé en concreto en el pueblo de Ardales, no sin antes haber visitado Alameda, Alcaucín, Alfarnate, Alfarnatejo, Algarrobo, Algatocín, Alhaurín de la Torre, Alhaurín el Grande, Almáchar, Almogía, Álora, Alozaina, Alpandeire, Antequera, Árchez y Archidona, varios de ellos con sufrimiento extremo e incluso algún pinchazo inoportuno.
Pero a ver, no me quiero desviar del objetivo, y es que por primera vez conocí Moclinejo en bicicleta, en ruta hacia Almáchar. Siempre recordaré ese viaje por las curvas, primero, por lo llamativo y bonito que me pareció Moclinejo, después, y por último por la tremenda bajada hacia Almáchar, con un desnivel bestia que hizo que tuviese que parar con dificultad al menos en tres ocasiones porque me dolían las manos a rabiar de tanto frenar, pasé un susto terrible. A la vuelta, gracias a dios y como os contaba, regresé en coche.
El caso es que nos quedamos con la película de conocer Moclinejo, este pueblito tan pintoresco por el que habíamos pasado. Años más tarde, y gracias a este gran invento de la Diputación que es la marca Sabor a Málaga, pude disfrutar de los vinos del lugar en una de sus Ferias y pasmarme ante la gran variedad y calidad de ellos. Entablé amistad con Juan Muñoz de Dimobe y juro por dios que hasta hace relativamente poco no supe que era el hermano de Antonio, aquí el señor alcalde. Sencillamente me cayó muy bien porque es un gran conversador, aficionado a la música, en particular al rock andaluz, y hombre generoso amante del vino, su historia y sus tradiciones. Y en 2018 por fin toqué aquí en la Fiesta de Viñeros en una jornada fantástica de la que encima tenemos la suerte de tener constancia, ya que alguien tuvo la feliz idea de grabar todo el concierto que anda prácticamente íntegro en YouTube.
Es año publiqué un disco de 4 canciones que se llama “Días de vino y cosas”, que venía de un modo a reflejar el interés que siempre he tenido por el vino como elemento histórico y cultural, más allá de los placeres sensoriales que todos sabemos que provoca. De hecho creo recordar que fue un 2013, y tras una velada mantenida con ese extraordinario periodista que es el montillano Manolo Bellido, cundo ideé un espectáculo que se llamaba precisamente “Las canciones del vino”, donde hacíamos un recorrido musical por temas de varios países que hacían referencia al noble elixir de la vid. Estos temas estadounidenses, ingleses, mexicanos, argentinos, españoles por supuesto, italianos, hasta alemanes…. Al vino se le canta en casi todas las partes del mundo, tanto para celebrar las alegrías como para enjugar las penas. Este espectáculo, como os decía, ha sido mantenido de manera intermitente y me ha hecho visitar varios lugares de España, como las localidades cordobesas de Moriles o Montilla, la murciana de Bullas, la zamorana de Pagos del Rey, varios municipios malagueños…. El broche de oro y por ahora punto final de la historia fue una gira maravillosa por la provincia de Ourense en la que visitamos sus cuatro denominaciones de origen con motivo de la publicación del álbum “DeCantando” en 2021, prácticamente grabado y compuesto durante la pandemia. DeCantando, juego de palabras entre “cantar” y “decantar”, ¿me vais pillando verdad?
Soy amante del vino y sus tradiciones, sí. Y también soy un amante de Málaga y sus pueblos. Por eso este es un día para mí muy especial y os quiero dar las gracias a todos por hacer posible que esté aquí. No sé por qué, cada X tiempo aparece esta localidad, Moclinejo, en alguna de mis conversaciones. Puede ser cuando alguien me pregunta por vinos de Málaga, por sitios bonitos de la Axarquía, por el motivo que sea. De pronto el año pasado conozco a Tania Lozano, la chica del dúo catalán Ladilla Rusa, a quienes habíamos contratado para el festival Fulanita Fest de Fuengirola, del que tengo el orgullo de ser promotor, y me cuenta que su mamá es de Moclinejo, y cómo no, entablamos amistad. Almuerzo en un fantástico restaurante adherido a la marca Sabor a Málaga, pido un moscatel seco y le mando una foto por Instagram recomendándoselo, igual que a varios conocidos. Donde quiera que voy hablo de los vinos de Málaga y los recomiendo con orgullo. Y también explico que Málaga es una provincia increíblemente montañosa que nada tiene que ver con el estereotipo de sol y playa, que también existe, cómo no.
¿Sabéis qué? Aunque parezca mentira hasta hace poco la gente te miraba un poco raro cuando en algún restaurante pedías un vino de Málaga, “tenemos Ribera o Rioja”, te suelen decir. Poco a poco, y en buena parte gracias a la labor infatigable de Sabor a Málaga y todos los esforzados bodegueros locales, estamos consiguiendo cambiar el chip. La gente comienza a saber que los vinos de aquí son de grandísima calidad y sus precios cada vez más competitivos. Que tenemos unos moscateles dulces extraordinarios, sobre todo aquí en Moclinejo, pero que si nos sale de las narices lo hacemos seco y sacamos unos blancos para quitar el sentío. Que ya hacemos tintos capaces de competir con las denominaciones de origen más laureadas e históricas de España, y esto no lo digo yo, lo dicen los mejores enólogos. Y mientras más pidamos vinos de Málaga en establecimientos y restaurantes, más estamos contribuyendo al bienestar de nuestra provincia. ¡¡¡¡Desde aquí una moción para que en los chiringuitos playeros de la Axarquía tengan vinos de Moclinejo!!!!
No quiero extenderme más, sé que la jornada es larga y hay muchas más actividades, y seguramente de más interés que escuchar a este humilde pregonero-cantor. Os reitero mi agradecimiento más profundo y os deseo a todos y todas la felicidad más extrema en este y el resto de días de vuestra existencia, con y sin vino de acompañamiento. Y dentro de unas horas os prometo que me tendréis haciendo lo que seguramente se me da mejor: cantar en un escenario. ¡Feliz 24 Fiesta de Viñeros!