Pues varias cosillas, pero sin presión alguna. Entre enero y febrero apenas he hecho un par de bolos y no veas lo bien que me ha sentado el descanso, sobre todo porque vuelvo a tener ganas de viajar y moverme por ahí. He visto series, cine, he leído también. He compuesto tres o cuatro temas con buena pinta y he montado un par de versiones muy chulas, seguramente algo escucharéis a lo largo de este año, pero aún no sé si sacar un single aparte, si meter alguno de ellos como guinda inédita dentro del próximo álbum en directo, estoy dándole vueltas al asunto, ¿vosotros qué opináis? También he estado unos días de vacaciones, otros de fiesta con familia y amigos, todas esas cosas que llegué a añorar el año pasado.
Esta semana me meto de lleno en los ensayos generales y posiblemente también a montar con la banda un tema de los nuevos con vistas a grabarlo este mismo mes de marzo. Mes en el que retomo la actividad en directo con 6 o 7 galas, y es que por lo que veo no me van a faltar conciertos pese a no girar este año con los Danza e ir por libre en la contratación. No tener mánager es un engorro en el sentido de que te lo tienes que currar mucho más pero, ah, ¡qué satisfacción tener la libertad de escoger lo que quieres hacer y al precio que quieres hacerlo!
Este mes también me voy a poner a tope con mi cometido en el Fulanita Fest, con especial atención a la Muestra de Artistas Femeninas del día 11, que espero que sirva para ayudar a las creadoras de mi provincia (inscripciones en muestra@fulanitafest.com). Lo que sí se es que me interés por la música sigue intacto, tanto como oyente como creador, intérprete o productor. Buena noticia. Por cierto, ¿qué impresión os ha causado «Los Castillos Del Mar»? A mí me parece un muy buen disco y me da mucho punto escucharlo cada vez que subo a YouTube alguno de los temas.
Más cosas: me he dedicado a rebuscar viejas maquetas y grabaciones y me he encontrado con joyitas como el audio del primer concierto que hice como solista y que incluye algunas versiones de temas de Burt Bacharach, Adamo o Aníbal Velásquez que nunca he llegado a grabar sin saber bien por qué. También he hallado ideas inacabadas de mucho valor, otras no tanto, pero que documentan un caudal ingente de trabajo. Tras estar 40 años en la música es normal que a veces te inunde la nostalgia y te preguntes si acaso no has dado ya lo mejor que puedes ofrecer.
¿Sabéis? Es prácticamente imposible retomar las circunstancias que propiciaron las primeras composiciones, entonces estaba todo por descubrir, uno nadaba en tiempo libre y las canciones surgían como a borbotones. Con el paso de los años uno ya tiene sus obligaciones, ya te has profesionalizado y los temas surgen más de la reflexión y el contacto con otros músicos, algo vital para no repetirte. Bueno, ¿y yo para qué cuento esto? Pues para deciros que ahí sigo peleando en busca de la GRAN música, esa que conmueve, se hace imprescindible en tu vida y que uno lucha por seguir fabricando.