La productora MLK prepara una cinta sobre las andaduras de Danza Invisible para la que han rodado en la Cochera Cabaret
Foto: Un momento de la grabación del documental ‘A este lado de la carretera’, de MLK Producciones.
«Les recuerdo que esto es un concierto pero también un rodaje, si un cámara les toca el hombro, apártense con naturalidad, y tengan cuidado que no les atropelle el ‘traveling’ del fondo». Una especialista del equipo de producción se dirige al público de la Cochera Cabaret, que acoge el rodaje del documental ‘A este lado de la carretera’, una cinta de Regina Álvarez Lorenzo producida por MLK que recorre la vida de Danza invisible y su aportación a La Movida. Ayer se filmaron algunas entrevistas a personajes vinculados al fenómeno cultural de los ochenta, como el líder de La Frontera, Javier Andreu o el fotógrafo Miguel Trillo, responsable de algunas de las imágenes más memorables de aquellos años locos.
La jornada se dividió en dos partes: primero, entrevistas, luego, un concierto con amigos que amenizará el documental. Personajes vinculados al líder de Danza Invisible, Javier Ojeda, como Tony Zenet, participaron en el primer bloque definiendo lo que significó el grupo madrileño en la corriente subversiva de la década. En un sofá habilitado en el callejón lateral de la sala de conciertos, Zenet charlaba con Trillo y Andreu: «Aportaron un gran sabor a La Movida». Andreu recordaba cómo cuando el grupo llegó a Madrid «todos pensaban» que eran de allí. «Danza Invisible conectó muy bien», añadía Trillo, que firmó la contraportada de un maxisingle del conjunto, ‘Tiempo de amor’, cuya portada es de la fotógrafa Ouka Lele.
Pero las participaciones en la sesión de ayer fueron muchas más: La Mari, de Chambao; Adolfo Rodríguez, de Los Íberos, los periodistas Guillermo Busutil, Héctor Márquez y Alberto Llama, Rafatal y otras personalidades del mundo de la música y la cultura se sumaron a la fiesta, para ser entrevistados y para hacer de figurantes en la grabación del concierto.
Entre canciones, Ojeda no pudo evitar dirigirse a los suyos, para explicarles cómo iba a proceder la grabación: «Perdonar que haga algunos movimientos mecánicos», se disculpó. En uno de sus soliloquios recordó que Danza –como él llama a su banda de forma cariñosamente– lleva ya más de treinta años dando guerra: «Queremos seguir aferrados a esa eterna juventud que sabemos que no existe». Tras estas las palabras, volvió a excusarse: «Ahora repetiremos los temas que hayan salido peor, tanto en lo musical como por el tiro de cámara».
(Fernando Torres para Diario Sur).