Imagino que los que sois más o menos asiduos a esta página ya sabéis que ando liado con un nuevo trabajo. No se trata exactamente de «el disco del confinamiento» ni nada parecido, aunque sí que incluirá material elaborado durante esos tres meses. Y es que resulta que cuando se decretó el estados de alarma me había pillado en fase de composición, ya había montado más o menos seis temas propios y había elaborado unas 6 o 7 versiones, así que decidí tomarme el encierro por el lado positivo y pensar que me había recluido voluntariamente para componer, levantándome temprano todos los días y destinando muchísimas horas a la creación musical. Yo no sé otros artistas, pero a mí me pasa que con los años cada vez me cuesta más componer y seguramente le he sacado el máximo provecho posible a la situación porque de golpe y porrazo me he topado con 14 versiones y 13 temas propios terminados, hacía muchísimos años que no me juntaba con tanto material.
Por supuesto que no lo voy a grabar todo, sino la mitad más o menos. Hace falta una criba porque siempre hay algún tema que te puede encantar pero no pega estilísticamente, o resulta que tiene una letra de temática demasiado distinta al resto. El caso es que ya estoy grabando, y he empezado por la selección de las mejores versiones siguiendo exactamente el modelo de «Días de vino y cosas» (2018): Isaac Aguilera se encarga de la dirección musical y elabora las maquetas según las indicaciones que le voy dando en su estudio Sonido Elástico, posteriormente yo remato los temas grabando por mi cuenta baterías, las guitarras que hagan falta, los metales y las voces en el estudio Moby Dick de Daniel Pineda. Aquí os adjunto un par de momentos de la grabación.
¡Porque esa es otra! Resulta que una de las cosas que he aprendido durante la pandemia ha sido que la interacción con la gente es importante. Siempre he sido muy reacio a compartir demasiadas cosas mías por las redes sociales pero ahora sí que lo voy a hacer, veo que a la gente le interesa y lo más importante, a mí me divierte y me sirve para que veáis un poco todo lo que conlleva el grabar un disco y la barbaridad de horas de trabajo que requiere. Va a ser una especie de video-diario de la grabación pero muy a mi manera, nada de análisis técnicos, tipos de reverb utilizados ni cosas por el estilo, sino momentos divertidos, ocurrencias, frikadas o extravagancias varias. Lo podréis ver en la página ¡JO! de YouTube, en Facebook y en Instagram.
También he comenzado el proceso de grabación de temas propios, al igual que con las versiones será una selección de las 6 o 7 que me parezcan más adecuadas para el momento. En estas voy a seguir un método distinto poniéndome en manos de distintos productores, tres o cuatro de ellas con el mismo Isaac Aguilera (que aquí tendrá una mayor responsabilidad en el acabado final al oficiar de co-productor), otra que grabaré en breve en el estudio de Paco Loco en el Puerto de Santa María y dos con Manolo Toro en su estudio de PuertoRecords. De hecho ya he registrado un tema («Mañanas grises», compuesto a medias con Agustín Ansorena) que ha quedado listo a falta de algunas ediciones y la mezcla final. Aquí podéis ver a Dani Lozano metiendo el teclado del final de la canción.
Estoy sobrellevando la carestía de conciertos -algo habrá, en breve os comunicaré- gracias a la ilusión renovada que me produce el estar en un gran momento creativo. Me sobrepuse a la anterior crisis, la del 2008, escribiendo un libro («Una historia del pop malagueño» de 2010) que me abrió un montón de puertas profesionales; a ésta del coronavirus espero hacerlo grabando uno de los mejores discos de mi carrera, ¿por qué no?, y a mis 56 años, toma ya. Unas palabras de eterno agradecimiento a mi compinche, mi socio, mi mejor amigo el letrista Antonio de la Rosa, que me ha estado y está acompañando en todo el proceso con la ilusión de un niño, contribuyendo a enriquecer las canciones, tanto propias como ajenas, con la finura y la sensibilidad de su pluma. No hay gente como él.