Me han pasado varias cosas curiosas estos últimos días. Pero antes de relatarlas os diré que ha sido un mes fantástico en el que mi banda ha sonado mejor que nunca y en el que hemos tenido varias actuaciones sonadas. No sé si alguno recordará que en un blog anterior contaba que tenía algunos proyectos chulos entre manos, ¿verdad? Uno de ellos era la colaboración en un par de conciertos conjuntos con el cantautor canario Pedro Guerra, con quien hice bastante amistad el año pasado hasta el punto de planear un espectáculo mezclado, interviniendo yo en sus canciones y él en las mías. El proyecto se iba a llamar «Raro» por lo inesperado e insólito de la mezcla tanto personal como musical, y se ha podido llevar a cabo finalmente el 15 de septiembre en Melilla, aunque ligeramente alterado por una fastidiosa enfermedad en la mano de Pedro Guerra que le impidió tocar la guitarra. El concierto iba finalmente a hacerlo yo con mi banda pero a última hora una mejoría en su dolencia y la buena predisposición de todo el mundo consiguieron sacar adelante el bolo. Yo hice con Pedro «El marido de la peluquera» y él «Diez razones para vivir» y en el bis nos marcamos un «Yolanda» de poner los vellos de punta. La idea es hacer un concierto más en la provincia de Málaga, a ver si conseguimos sacarlo adelante en noviembre o diciembre.
Precisamente el productor de Pedro Guerra, Pablo Cebrián, me propuso otra de las cosas raras en las que he estado metido. Él forma parte del jurado y organización del Benidorm Fest -antesala de Eurovisión- y me pidió entregarle alguna canción por si podía ser seleccionada para que la interpretase yo u otro artista. A mis edades comprenderéis que ya no estoy para meterme en un tinglado de este tipo que además no me interesa en absoluto, pero aún a sabiendas de que no me iban a coger canción alguna aproveché el mes de agosto y comienzos de septiembre para sacar adelante 5 canciones nuevas, y es que yo funciono de la hostia con el órdago de tener que entregar algo a tiempo. Por supuesto que no me han seleccionado tema alguno, nada tienen que ver con lo que se destila allí, pero os aseguro que hay cosas bastante buenas y siento que voy acumulando bastante material de calidad, estoy muy satisfecho por ello.
Y lo que os contaba al principio de las cosas raras que me habían pasado estos últimos días: mi padre fallleció el 29 de septiembre de 2015, día de San Miguel. Pues resulta que el día antes del aniversario las programadora del Fulanita Fest, que me estaba sacando un correo de mail corporativo, me comenta que su madre le había dicho que su padre y el mío habían sido grandes amigos y que al mío le llamaban de broma «el mudo», mote que solo utilizaban los muy íntimos. ¿Qué fuerte no? Pero además resulta que el mismo día una pareja de promotores que me habían dejado un concierto sin pagar allá por el 2012 se ponen en contacto conmigo. Yo me había cogido un cabreo de aúpa, imaginaos, porque los consideraba mis amigos y descubrí que me mintieron, que la Diputación de Segovia les había pagado el concierto hacía mucho aunque ellos me dijesen que no. En fin, que resulta que se metieron en un embolado económico de cuidado. A lo que iba, en Armilla se acercaron para pagarme por fin ese concierto. Estaban remontando, me dijeron, y antes que nada deseaban quitarse todas las deudas y la primera era la mía: «Javier, teníamos un corte tremendo porque siempre te hemos apreciado y nos lo montamos fatal, espero que con esto al menos nos disculpes aunque sea en parte». Yo me emocioné, creo que es un gesto de gran dignidad.
Luego resulta que al terminar el concierto del Rincón de la Victoria, este viernes 29, va Paco Vílchez, mi batería, y me dice que acaba de ver en el Instagram de Pedro Guerra un precioso escrito dedicado a su padre, que falleció el mismo día que el mío, qué fuerte ¿no? Un detalle paranormal más: después de un par de meses decidí tocar en Marbella «Baila conmigo», ya que venía Isaac Aguilera a sustituir a Daniel Lozano y ese tema lo tocó con nosotros en junio en Gran Canaria. Ayer antes de interpretarlo me acordé de que canté ese tema a cappella en Soria precisamente al día después de fallecer mi padre, el 30 de septiembre, sin saber por qué. Es como si me llegasen bonitas señales del más allá.
Un regalo para terminar este apresurado escrito, el vídeo del «Llamaré a tu puerta (Ring my bell)» del pasado Festival Torremolinos Funky Town de 2022. La filmación es de Torremolinos TV, a quien agradezco que me hayan cedido las imágenes, con esto despido «Más De 2000 Noches Sin Dormir» y me presto a sumir nuevos retos, un abrazo a tod@s.