Hace poco un conocido mío me comentaba que había cometido un error en mi carrera al diluir mi carrera de solista por la cantidad de proyectos en los que he participado, proyectos en los que no he tenido el mismo grado de protagonismo pero en los que al final he resultado siendo imprescindible. Es una opinión valiosa pero no sé hasta qué punto estoy de acuerdo. Cierto es que me hubiese gustado exponer algo más mi material nuevo, pero también es cierto que he sido inmensamente feliz procediendo como lo he hecho.
A ver, yo nunca he sido un «star», ni un cantautor, ni un solista en sentido estricto. Creo que soy un buen aglutinador y tengo la virtud de terminar las cosas que empiezo. Para sacar adelante mis canciones siempre he necesitado del apoyo de otros músicos y letristas, yo solo no voy a ningún lado, pero soy capaz de convertir en un todo lo que son solo ideas deslavazadas y tengo el impulso para llevarlo a cabo. Por tanto, nada más satisfactorio para mí el idear espectáculos, hacer algo así como de «director artístico», pensar repertorios, qué músicos son los buenos para esto y aquello, quién va a a cantar en el tema este… ¿me seguís?
Como dice un viejo tema que grabé con Danza: «me conformo con lo puesto, ya tengo lo que quería». Sí, tengo el reconocimiento de mis compañeros de profesión, el haber tocado tanto con unos y otros me ha dotado de un círculo de amistades tremendo. Por eso el concierto del próximo 15 de diciembre va a ser tan especial, van a estar muchos de ellos y todos van a estar porque significan algo para mí. Voy a tocar varios temas recientes, sí, pero también voy a hacer temas de los espectáculos que he montado con los invitados pertinentes. Danza Invisible, mis eternos compañeros de camino, van a tener también un protagonismo especial, aunque desde ya digo que voy a hacer un «potaje» de los que me gustan por lo que habrá temas de Danza interpretados por mi banda de solista y temas de solista en los que intervendrán miembros de Danza.
¿Es este el mejor año de mi carrera? Puede que sí, no tanto por el récord de conciertos como por la calidad de todos ellos, no me ha fallado la voz prácticamente nunca. Me lo he pasado de escándalo con unos y otros. Y ya estoy empezando a preparar el «set list», mi modelo va a ser «The last waltz» de The Band, el mejor concierto con invitados que conozco. Y aprovecho para decir que en estos momentos el del Cervantes va a ser el mi actuación nº 100 de este año. La venta anticipada va pero que muy bien, ¡no os durmáis!
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