Tres amigos

El jueves pasado me lo pasé en grande. Resulta que nos fuimos Ricardo Texidó (ex-batería de Danza, para los neófitos), mi colega Vico y un servidor a ver la presentación que hacían en la Sala Gades (Málaga) Santos de Goma, la banda de nuestro viejo amigo Conde. Y aquí urge ya una explicación: Conde es una leyenda de la escena local malagueña, un músico que ha rozado el éxito con Mosquitos (dos lp’s publicados en Twins en la segunda mitad de los 80), que ha militado en la independencia al frente de Harry Octopus y el sello Pussycat, un luchador nato con un montón de proyectos en su haber. Y da la casualidad, además, que era antiguo compañero mío de colegio desde que tenía 7 años, ¡qué recuerdos! Nuestra amistad se estrechó en la pre-adolescencia, cuando nos dimos cuenta de que éramos los únicos de la clase que teníamos un interés por la música que iba más allá de las canciones de moda del momento, y recuerdo que me pasaba tardes muertas en su casa escuchando una rarísima compilación de los Kinks llamada “Celluloid heroes”, todavía uno de mis discos de cabecera, donde figuraba la canción “Alcohol”, que estuve tocando en solitario durante algunos años.

Al poco tiempo, Conde entraría en contacto con Ricardo Texidó, un chaval super prometedor colgado con los Police y la nueva ola que se acababa de comprar una batería y estaba loco por formar una banda moderna con gente que compartiese sus inquietudes. Se juntaron con un bajista novel llamado Mario y un guitarrista bonachón llamado Félix y nació Sociedad Anónima, el primer grupo new wave de Málaga; o para que todos nos entendamos, nacía la “movida” en nuestra ciudad. Yo por aquel entonces era un crío que los seguía a todas partes, loco perdido ante la excitación que me producía ser el colega-para-todo de ellos, de acompañarlos por baretos, concursos, discotecas y eventos variados; siempre llamando ellos la atención por su actitud chulesca, su descaro, su atrevimiento, su sonido radicalmente distinto de todo lo que se hacía en Andalucía por entonces. Claro, flipábamos con Talking Heads, Bowie, los KINKS, Elvis Costello, los Sex Pistols, los Jam, UB40…todo como muy anglófilo y absolutamente distinto de nuestro por aquel entonces odiado rock andaluz, que veíamos como algo hippie y absolutamente pasado. ¡Fuera carcas, jazz-rockeros y sinfónicos, aquí venimos a provocar y a que os enteréis de quien somos!

El grupo, con numerosos cambios de guitarrista (Conde era el cantante), pasó a llamarse Cámara y empezó a gozar de una pequeña repercusión local. ¡Qué fuerte, recuerdo que hasta yo fui teclista de la banda por un día! Claro que no tenía ni idea, pero ellos buscaban desesperadamente alguien que compartiese sus inquietudes, no un “normalazo”, expresión despectiva y algo niñata con la que discriminábamos a la gente que no nos parecía interesante.

El resto de la historia es bien conocido por nuestro lado. Ricardo empezó a trabajar de cajero en un super de Torremolinos que estaba en la misma calle donde ensayaban Adrenalina, banda punk donde militaban Chris Navas y Manolo Rubio. Tras unos ensayos y cambios de formación, había nacido Danza Invisible. Conde se quedaba al frente de Cámara, y ya a partir de entonces nuestros caminos se separaron.

La verdad es que mientras escribo esto ando medio emocionado. Hacía MUCHÍSIMO tiempo que no iba de copas con Conde, y aún más con Ricardo. Bueno, de todos es sabido que hemos tenido nuestras diferencias, y también nuestras rivalidades, pero hoy por hoy, ahí estamos Ricardo y yo compartiendo escenario una vez más. Se me olvidaba, ¡hace unas semanas estuve cantando clásicos del soul con Lito Blues Band, la banda en la que él ha vuelto a tocar la batería! Y el jueves, allí íbamos juntos otra vez a ver el nuevo proyecto de nuestro viejo compinche. Y la verdad es que nos sorprendió. Posiblemente Santos de Goma (escúchenlos en su myspace) es el proyecto más sólido de cuantos Conde ha hecho en los últimos 15 años, pienso yo que porque de alguna forma ha vuelto a donde empezó, a lo que mejor sabe hacer. Olé tus huevos!!, amigo, ahí sigues, sin desfallecer, después de tantos años sin suerte. A eso se le llama independencia, y de alguna manera, ser “auténtico”, ¿verdad?

 

Una constatación final: Conde –que me disculpe el resto de la banda por personalizar en él- es de aquellos artistas del “lo amas o lo odias”, y su manera de interpretar, o de presentar incluso, puede chirriar al que no conozca su cínico sentido del humor. Pero lo que sonó en aquella Sala Gades era algo 40 veces más moderno y arriesgado que TODO lo que suena hoy en dia en la radio. Si los “alternativos” de hoy somos tipos que llevamos más de 20 años de carrera es que algo malo pasa en la escena actual. Definitivamente.

 

El regalito de este mes es la versión de «Alcohol» de los Kinks, grabada en la Sala Romero Esteo de Málaga en diciembre del 2000.

Aunque existe una versión posterior a banda completa, destaca por tener el aliciente extra de que haber sido la primera vez que la toqué en directo.

En los teclados se ecnuentra Toni Romero y en el saxo Roberto Cantero.