Viento de poniente, titulares y medallas

Jamás imaginé que este mes de febrero iba a estar tan cargado de acontecimientos. Empezó con un delicioso concierto privado con mi banda en la emblemática Taberna de Pepe López de Torremolinos y más tarde un par de intervenciones breves en Lucena (Gala del Día de Andalucía) y Madrid (el Flashback de mis amigas de Fulanita de Tal), este último coincidiendo con la publicación de «Viento de poniente».

Como creo haber dicho en alguna ocasión, no entraba en mis planes publicar nada nuevo este año, pero tenía a los de Cruz Roja Málaga rogando por que colgase el tema de «Voluntarios» y al ver que la temática encajaba a la perfección con «Viento de poniente», el tema, parecía lógico unirlas a modo de deliciosa pildorita solidaria, añadiendo al final el «Volveré» que grabé tras el terremoto de Lorca. Estamos muy satisfechos de la acogida que está recibiendo, todo el mundo me dice que el videoclip es una maravilla y lo de grabar el tema titular con mis hijos, un acierto.

Pues hete aquí que entre entrevistas, ensayos y demás, me llama Juanma Moreno, el Presidente de la Junta para decirme que han decidido otorgar a Danza Invisible la Medalla de las Artes. Más que quedarme de piedra me puse muy contento y empecé a festejarlo y llamar a todo el mundo hasta que llegó el anuncio oficial, a partir de ahí ya comencé a sentirme desbordado del aluvión que se me estaba viniendo, además los medios siempre quieren hablar con el vocalista y hubo una tarde en que tuve que descansar de teléfono un parade horas. De cualquier modo, vaya subidón. No sé si nos lo merecíamos, en esto siempre hay gente que puede haber contraído tantos méritos o más que tú, pero si alguien ha decidido que sí, se lo agradezco en el corazón. Además no cabe duda de que es el momento perfecto, justo ahora que nos vamos «sin decir adiós».

El día antes de la ceremonia hubo una cóctel-cena de bienvenida a los premiados en el que nos lo pasamos genial, a pesar de lo poco que me gusta el boato y los protocolos. Pero ah, los andaluces tenemos una gran virtud y esa es la de conseguir distender el ambiente, y al poco andaba yo de cháchara amistosa con la gente de Jarcha, con Manuel Titos (fue profesor de historia de mi hijo), haciendo la «peseta» con la atleta tetrapléjica Sarah Almagro, mostrándome orgulloso cuando la gente de Cruz Roja Andalucía me contaba lo mucho que le había gustado el tema «Voluntarios», etc. Luego en la cena me tocó al lado de la Consejera de Salud de la Junta, una señora la mar de agradable, y enfrente de la presentadora Eva Ruiz, la mujer de Juan y Medio, también premiado, ¡que resulta que también ha sido profesora de mi hijo! Y el presidente de la Junta medio se arranca con un «Sabor de amor», qué fuerte.

He de decir que Juanma Moreno y muchos políticos de la Junta a los que no conocía me parecieron muy agradables en las distancias cortas, dejando aparte las opiniones políticas que uno pueda tener. Para mí lo importante ante todo es el respeto y la educación, y por eso me sorprende que si uno suelta una verdad en un artículo como que «El tema censor está viniendo, a veces, por el lado de la izquierda» haya gente que se sienta ofendida y te llame facha sin molestarse en leer el artículo completo. Para mí la tolerancia es algo vital y cada vez me preocupa más lo polarizada que se está poniendo la peña. Me da igual, suelo decir alto y claro lo que opino y en eso no voy a cambiar.

Esta mañana he recibido una carta muy cariñosa del alcalde Málaga, ayer me llamaron de la directiva del Málaga Club de Fútbol para ir al palco de honor el partido del domingo. Mientras escribo estas líneas me llega una carta de felicitación de Luis Cobos, el presidente de la Asociación de Intérpretes y Ejecutantes. Ya me he dado cuenta de la dimensión que tiene una distinción como la que han otorgado a Danza Invisible (aquí también recuerdo a Ricardo Texidó, fundador y uno de componentes más importantes de la primera época) y, sí, brindo por ello y doy las gracias de corazón a la fortuna que quiso que un día me dedicase a la música. A la que por supuesto me seguiré dedicando.