Foto: El cantante Zenet posa en una imagen reciente.
El cantante malagueño presentará su último disco, lleno de versiones, este domingo en el Teatro Cervantes rodeado de buenos amigos como Javier Ojeda, Dry Martina, Suzette y Deni Peña.
La memoria de Zenet (Málaga, 1967) está impregnada del olor a óleo que su padre utilizaba para pintar, la música clásica que ponía los sábados y la inconfundible voz de su madre. «Siempre ha cantado. Me recuerdo sobre su pecho recostado mientras la escuchaba interpretar alguna tonadilla. Lo tengo marcado a fuego en mis huesos desde chiquitito», cuenta en una entrevista con EL ESPAÑOL de Málaga.
Al artista la música le sale sola, al igual que dibujar, interpretar y su curiosidad por el ser humano, que le ha llevado a estudiar psicología aplicada y musicoterapia. El cantante también lleva por bandera eso de compartir, y lo demuestra en su último disco (Zenetianos) donde ha reunido a 15 músicos para grabar versiones de sus canciones más queridas de una forma honesta y natural. «A todos ellos los admiro y los respeto mucho», señala.
El malagueño presentará Zenetianos este domingo en el Teatro Cervantes rodeado de buenos amigos como Javier Ojeda, Dry Martina, Suzette y Deni Peña. El actor de Pedregalejo repasará el repertorio de su disco de duetos de manera desnuda y directa acompañado de la guitarra de José Taboada, el violín de Raúl Márquez, el contrabajo de Lila Horovitz y la trompeta de Manuel Machado.
¿Qué es exactamente ser zenetiano?
Ser de la parroquia. Nosotros, los artistas en España, siempre hablamos de nuestra parroquia. Esa parroquia cuando eres muy jovencito que empieza con tus padres y unos cuantos amigos, y que poco a poco se va haciendo más grande. Zenetiano suena a marciano, y ese marciano viene de un planeta musical. La expresión se la robé a un periodista que me dijo: «El que se hace zenetiano, se hace zenetiano para toda la vida». Ten en cuenta que siempre he trabajado con compañías de música independiente y no con multinacionales. Este planeta se ha ido haciendo poquito a poco.
Es imposible olvidar canciones como Soñar contigo, y menos ahora en la voz de Silvia Pérez Cruz.
Soñar contigo se ha convertido en un clásico para muchas personas, y me encanta que sea así. Ha sido muy bello verlo en boca de Silvia Pérez Cruz. Es una de las voces más maravillosas que tenemos en este país. A mí me encoge escucharla y me parece un sueño cumplido haber grabado con ella. Es muy bonito también ver como nuevas generaciones, por ejemplo Amaia o Deni Peña, han cantado el tema en un concurso de televisión para pasar a la final. Eso es maravilloso. Hay un momento en el tema deja de ser tuyo y pertenece a los demás.
He leído que este último disco se gestó en plena pandemia. ¿Cómo fue la experiencia de grabar en un momento donde nos daba tanto miedo acercarnos el uno al otro?
Nosotros estábamos acojonaos. Fuimos muy cuidadosos y seguimos todos los protocolos. De hecho, viendo los vídeos, porque este disco no sólo se escucha también se ve en mi canal de Youtube, te darás cuenta de que hay tres directores y tres formas de grabar. Hay dos vídeos grabados a modo de documental. Todavía no había estallado la pandemia y se nos ve en casa tranquilamente. Otros se grabaron quitándonos la mascarilla sólo para cantar y los últimos los hicimos en museos de Málaga.
Esta crisis ha demostrado que la cultura es esencial para alimentar el alma. ¿Se fía usted de la gente que no lee, no ve películas o no va a conciertos?
Lo hablaba el otro día con alguien. No me fío de alguien que no lee y no va a conciertos. Yo, que me dedico a la musicoterapia, te aseguro que la cultura cura. Muchos de nosotros estuvimos acompañando a la gente de forma gratuita durante la pandemia. Conseguimos hacer festivales solidarios para llevar cultura y recursos a gente que no podía llegar a fin de mes. Los artistas también hemos estado mucho más unidos. Nos hemos sindicado para poder hacer llegar las ayudas a muchos músicos que no llegan a fin de mes. Teníamos olvidado ese tema. En este país la cultura se la tiene muy denostada. Lo dice Javier Ojeda: «Allí donde haga falta algo de solidaridad ahí te encontrarás a los artistas y cuando hay que hacer una reforma laboral siempre somos los últimos». (…)
(Isa Vargas para El Español de Málaga).