Abonados al sufrimiento

Anda, anda, que me cuenten a mí lo que es ser un “pupas”. Vienen los del Atleti alegremente y se adjudican el título sin tener en cuenta que por aquí abajo, frente a las costas de Marruecos, existe un equipo que pone a prueba la capacidad de aguante de sus aficionados aún más. Es lo que le pasa a la gente de Madrid, que considera que todo lo que ocurra fuera de la capital es una extraña nebulosa en la que la gente hace cosas raras y hasta hablan lenguajes desconocidos. Y los que usan el mismo idioma lo distorsionan hasta hacerlo casi irreconocible, como ocurre con esa gente de la Costa del Sol, que en el fondo son buenos chavales. ¡Pero si hasta un presi suyo fue alcalde de Marbella! Pues sí, señores, afirmo que ser del Málaga tiene más mérito, porque sufrir como lo hemos hecho esta segunda vuelta no es apto para cardiacos, no. Sólo un equipo como el Málaga es capaz de casi-dilapidar la ventaja obtenida en un arranque espectacular y esperar a la última jornada para ascender, sufriendo varapalos como el del Hércules o frustraciones salvajes como los últimos 10 minutos de Motril. Ahora, por fin, creo que nuestra agonía ha cesado. Felicidades a Fernando Sanz, a Muñiz, a los futbolistas. ¿Estamos en primera? Todavía no me lo creo: ¡yujuuuuuu!

 

(Artículo publicado en ADN Málaga el 16-06-08).