Canciones al viento

Hoy he venido a hablar de mi libro. Tiene hojas y un castillo. De fácil lectura cualquier tarde por los barrios de la capital, desde Churriana hasta los Baños del Carmen, en la Tabacalera y también en el Jardín Botánico rodeado de árboles que son historia. Aún queda la oportunidad de acceder al último capítulo si te apuras. Mañana, Sidonie y la crudeza malagueña de La Trinidad, compartirán escenario en Gibralfaro. Este libro que empezó el pasado día 23 se llama Brisa y está escrito en el viento, es un festival joven que no pudo nacer el año pasado cuando lo tenía previsto por la amenaza de nuestro enemigo invisible. Este año sí lo ha conseguido y lo ha hecho de la manera más bella, pensando en los demás. No solo sus beneficios están destinados a la Cruz Roja, además ofrece la oportunidad a los artistas de ganarse la vida ejerciendo dignamente su profesión.

Sí, lo tiene todo bonito, incluso la manera de darse a conocer.

La primera vez que escuché su nombre brotó de un músico local ilusionado con su participación en el proyecto. Se le iluminaban los ojos cuando contaba la existencia de un festival que pretende apoyar la escena local. Otra noche, la casualidad me susurró entre canción y canción que otro músico que no participa en el evento, ni como artista ni en la elección de bandas, empleó su tiempo y energía en conseguir la financiación para que el Brisa soplara como lo ha hecho.

Gracias Javier Ojeda, tu amor por la música y a nuestra ciudad nos ha hecho disfrutar de: Ángel Stanich, Apartamentos Acapulco, Arista Fiera, Ballena, Bromo, Carrión, Dluna, Dreyma, El último vecino, El Zurdo, Gordo Master, Jammin’ Dose, Javypablo, La Trinidad, Lito Blues Band, Little Pepe, Living Camboya, Los Planetas, Los Turistas, Maika Makovski, Mala Rodríguez, Mitad Doble, Motel Caimán, Nous Nizzy, Novedades Carminha, Çantamarta, Sarria y Sidonie.

Gracias Brisa por recordar que en Málaga queremos vivir la música de todos, para todos, en cualquier lugar y no a toda costa.

(Sandra Pedraja para Diario Sur).