Cantante rockero español de «Danza Invisible» estará en Arequipa y Lima

Hablar de Danza Invisible es hablar de una banda imprescindible en la escena musical contemporánea del rock en español. Provenientes de la llamada “Movida”, como bien nos explica su líder Javier Ojeda, este grupo, felizmente para los aficionados a la música de calidad, ha sabido mantener una vigencia inusual, tanto que hoy se encuentran en plena forma musical.

Próximamente, Javier Ojeda, vocalista del grupo, ofrecerá dos conciertos en nuestro país, concretamente en Lima, el día 8 de noviembre en la discoteca Mangus, y en Arequipa el 9 de noviembre en la sala “La Bóveda”.

Siendo un protagonista de excepción en la música, a través de la siguiente entrevista nos detalla aspectos atrayentes para cualquier melómano y gente interesada en la buena música.

Los ochentas significaron una ebullición cultural que sobre todo abarcó la música, en España, la “Movida Madrileña” fue un fenómeno irrepetible y en América, esta época significó una eclosión de nuevas bandas de gran calidad. ¿Crees que en algún momento volverá esa fertilidad creativa?
Antes que nada me gustaría matizar que el término “Movida Madrileña” nunca me gustó por lo que tiene de reduccionista. Todos somos conscientes de que la Movida fue un fenómeno de generación espontánea que abarcó todo el país, prácticamente cada ciudad medianamente grande tuvo sus “movidas” locales, cada una con sus peculiaridades. Me encantaría que esa explosión de color y creatividad volviese, pero desde luego lo veo muy difícil en nuestras actuales circunstancias. Siempre digo que los jóvenes con talento españoles lo tienen ahora muchísimo más difícil que cuando yo empecé, gozan de muchísimas menos oportunidades.

En los inicios, los integrantes de Danza Invisible eran muy jóvenes, según entiendo, aún no podías ni votar y con 17 años ya estabas encaramado en los escenarios. Coméntanos, ¿de dónde proviene el nombre de la banda y cuáles fueron sus influencias iniciales?
Efectivamente, hice mi primera grabación aún siendo menor de edad, ¿ves lo que te decía antes de las oportunidades que había entonces? Cuando yo entré en Danza Invisible la banda ya estaba formada y el nombre ya existía; básicamente es un vocablo influenciado por otros de aquella época surgido de unir dos vocablos que sonasen sugerentes, con un punto de misterio. Nuestra primera escuela viene de la música principalmente británica de aquellos años: The Cure, Simple Minds, Echo & the Bunnymen, Gang of Four, etc., unida al funk de Talking Heads o Defunkt y la incipiente nueva ola que representaban Joe Jackson o Elvis Costello. Sigue siendo música muy de mi agrado en su mayor parte.

Con un nombre propio ganado a puro pulso en la historia del pop-rock en español, “Danza Invisible” ha recorrido musicalmente toda Latinoamérica desde finales de los ochentas y en adelante. Próximamente, por primera vez en Arequipa y reincidente en Lima, Javier Ojeda, ofrecerá dos magníficos conciertos con lo mejor de la discografía de la banda incluyendo temas como: “Sabor de amor”, “El joven nostálgico” y por supuesto “Sin aliento”; un himno musical, que nos atrapa irremediablemente con tan sólo escuchar los primeros acordes. ¿Cómo se gestó la canción «Sin aliento”?
Esa es una muestra de nuestra creatividad conjunta de entonces. Los acordes los puso el guitarrista Antonio L. Gil en una improvisación en el local de ensayo, a la que se unió el baterista Ricardo Texidó para sugerir un patrón rítmico al estilo Tamla Motown. Los demás componentes aportaron sus líneas y opiniones y yo añadí la melodía vocal. R. Texidó hizo la letra acoplándose a lo que yo cantaba, entonces todos interveníamos en las partes de cada cual.

Has compartido tablas con grandes artistas, Ariel Rot, (Los Rodríguez), Efecto Mariposa, y un largo etcétera de una lista interminable. En general, del panorama musical ¿con quién te gustaría compartir escenario?
No tengo una preferencia clara, me imagino que con cualquiera que me aporte algo valioso y distinto de lo que hago. Ahora por ejemplo voy a disfrutar de tocar en compañía de músicos peruanos y eso ya para mí es muy excitante, hay grandes músicos en vuestro país.
Efectivamente, he realizado una lista de dúos extensísima, disfruto muchísimo cantando y no me importa ayudar a un compañero que me pida una colaboración, la verdad es que muchos de estos duetos han gozado de bastante éxito.

Escribiste un libro sobre la historia del Pop Malagueño, lo cual evidencia que compartes tu pasión por la música con la afición con la lectura. En el libro “On the road”, Jack Kerouac plasmó, entre otras cosas, un deseo irrefrenable de lanzarse a la carretera, al camino. ¿Javier Ojeda aún siente esta sensación cuando empieza las giras? ¿están aún presentes las ganas de lanzarse al camino? ¿de volver a la carretera?
Cuando pierda esas ganas llegará mi hora de retirarme, ja, ja. ¿Sabes? Es muy curioso pero nunca he leído ese libro mítico de Kerouac, algo casi incomprensible teniendo en cuenta que tengo un CD llamado “Kerouac / Kicks Joy Darkness” en el que grandes artistas norteamericanos recitan pasajes del libro. Considero que el músico ha de ser antes que nada fan de la música. Cuando uno pierde la pasión por seguir investigando en ella puede que esté comenzando tu decadencia creativa, es mi opinión. Asimismo no concibo que la música pueda estar separada de las otras artes: cineastas, dibujantes, escritores, etc., somos parte de un todo.

Una larga carrera que incluye más de 16 producciones entre discos del grupo y propios te han hecho un indiscutible protagonista del pop rock en español. ¿Qué te ha dejado tan largo recorrido?
Está siendo una andadura maravillosa y hablo en presente porque no siento que mis días de creador estén cerca de acabarse, de hecho en estos últimos tres o cuatro años es cuando más satisfecho estoy de mi trabajo. Es precioso tener el colchón de un repertorio rico y extenso pero esto no es nada si no tienes más que aportar. Para mí hay que mirar atrás lo justo, de hecho ahora mismo estoy terminando un nuevo disco (“Barrio de La Paz”) que se editará en enero de 2014, una vibrante fusión de música latina y soul con músicos cubanos y andaluces.

En los conciertos despliegas mucha energía, es el escenario perfecto para quien siempre ha deseado cantar a viva voz el estribillo “Sin aliento estoy, rodeado de calor». A los cientos de personas que acudan a estas dos noches de concierto que prometen ser inolvidables ¿qué mensaje les deja el vocalista de Danza Invisible?
Soy un animal de escena y tengo muchísimas ganas de agradar al público peruano. Pienso que la gente se sorprenderá de mi entrega en el escenario, le pongo mucha pasión a todo lo que hago. ¡Que no falte nadie!

 

(Entrevista de Juan Manuel Castañeda para Diario Los Andes).