Según ha explicado en su web Javier Ojeda, el grupo no realizará actuaciones durante todo el año que viene. «Danza Invisible no girará el año 2023, aunque sí yo en solitario», detalla, «tras más de 40 años de giras ininterrumpidas ha llegado el momento del stop. ¿Por qué? Básicamente por cansancio, pero paso a explicarlo sin más demora».
Como le ha ocurrido a otros grupos, tras la sima de contrataciones de la pandemia, las giras han sido extenuantes. «Desde que la pandemia comenzó a aflojar no he parado literalmente, el año pasado fueron 67 galas -una barbaridad teniendo en cuenta que se empezó a trabajar tímidamente en junio- y este año van a ser más de 100 entre todos los formatos», confiesa Javier Ojeda, «tras el 40º aniversario tenemos que replantear el futuro del grupo y para eso hace falta tiempo, también para componer».
Javier Ojeda sí seguirá de gira en 2023 con su proyecto en solitario, «mezclando temas recientes con rescates de canciones de Danza que sienta muy mías». «Voy a ser sincero, añade, «, «siento una pequeña frustración en el hecho de sacar disco y nunca poder promocionarlos debidamente porque la oficina no paraba de contratar conciertos con Danza o Rock & Roll Star. He tenido que sacar eventos de las piedras para mantener vivo este proyecto y en 2023 le voy a dar prioridad». «Me da igual perder popularidad, ya estoy por encima de eso», concluye, «el año que viene voy a hacer lo que me apetezca y no voy a verme sometido a obligación alguna».
Nuevo disco en directo en diciembre
Javier Ojeda lanzará a finales de este año su nuevo disco en solitario, el directo Los Castillos del Mar, grabado el 9 de julio de 2021 en el Castillo de Gibralfaro de Málaga, y el 4 de agosto en el Castillo El Bil-Bil de Benalmádena.
El artista decidió aplazar el proyecto para no hacerlo coincidir con la gira y celebración de aniversario de Danza Invisible. Ahora ha culminado el trabajo y las mezclas y el álbum está listo para salir a la venta.
Aunque no han trascendido más detalles sobre el disco, sí ha avanzado que ha buscado el sonido más natural posible, que no ha habido prácticamente regrabaciones ni añadidos, y que los dos conciertos registrados -aún con la gente con mascarillas y el público sentado- aúnan la energía de la vuelta a los escenarios tras los peores meses de la pandemia.
(Publicado en Popes80).