El malagueño presenta hoy su nuevo disco, DeCantando, en el Castillo de Gibralfaro. Se trata del sexto álbum en solitario del conocido vocalista de Danza Invisible, su trabajo más rockero y soulero hasta la fecha, reflejo de la infinita voracidad musical del músico
Foto: Javier Ojeda, en una imagen promocional de su nuevo disco. JOSÉ CORTÉS
DeCantando es el nuevo álbum a su nombre de Javier Ojeda, líder de Danza Invisible y responsable de una carrera en solitario basada en su curiosidad y voracidad musical. Y también en el vino. Y es que dice Ojeda que hace años que en una conversión con amigos de Montilla empezamos a hablar de canciones que hablasen del vino y salió un listado impresionante. De ahí salió un proyecto de actuaciones en bodegas y ahora este disco, integrado por «canciones de fiesta y celebración, de despecho y desamor, del drama del alcoholismo, de compartir una velada con vino…».
Lo presenta esta noche en el Castillo de Gibralfaro, recital que, por cierto, será grabado.
Seis discos ya en solitario. ¿Qué van a encontrar sus seguidores en DeCantando?
Un disco muy variado estilísticamente y el más cañero que he grabado en solitario. Es muy soul y muy rock al mismo tiempo.
¿Cómo surgió su título?
Viene de una expresión que se refiere al vino [decantar es mover el líquido de la botella de su recipiente a otro para removerlos sedimentos o las imperfecciones que pueda haber acumulado con el paso del tiempo] y resume buena parte del disco, que tiene contenido vinícola. Así que Javier Ojeda Cantando no, mejor Javier Ojeda DeCantando.
¿Qué es lo que más le gusta del disco?
Lo que más me gusta del disco es que es francamente original. Es muy sui generis.
¿Cómo ha sido su gestación?
Este álbum es el que más tiempo he tardado en grabar y en el que más he trabajado con mi ordenador en casa, porque lo hice durante la pandemia. Se suspendieron sesiones de grabación por las restricciones, por lo que tuve que aprender a editar. También tengo que decir que intervienen muchísimos músicos brillantes.
Su trayectoria en solitario se caracteriza por la variedad de estilos, el reflejo de lo que usted escucha como melómano. ¿Hay algo con lo que no se atrevería?
Hay géneros musicales que no sabría hacer. Jamás me atrevería a hacer flamenco, porque no me sale y eso que me encanta.
Sin embargo, su manera de cantar es claramente andaluza.
Sí, es genuinamente andaluza por la expresividad, aunque no tenga nada que ver con las raíces folclóricas. En realidad, creo que mi gusto por la música negra, el pop y el funk es malagueño también.
Aparte de llevar adelante dos carreras musicales, coordina el festival Torremolinos Funky Town y también un ciclo de conciertos con el vino como argumento. ¿Es hiperactivo en lo profesional?
Eso es lo que dicen de mí, sí. Seguramente lo sea.
Después de tantos años en el mundo de la música, ¿qué diferencias ve en la industria musical de antes con la de ahora?
La diferencia fundamental es que antes había industria musical y, ahora, no la hay. Ten en cuenta que antes se vendían discos y alrededor de la industria se movían un montón de cosas. Ahora se busca que tengamos más conciertos en directo.
¿Ahora hay más oportunidades para los que quieren entrar en el mundillo?
Cuando empecé, en los años ochenta, había más oportunidades que ahora. Lo que pasa ahora es que puedes llegar, hacer una canción y ofrecerla al mundo de las redes sociales, pero de ahí a tener un público masivo hay una gran diferencia. Por un lado, los costes de grabación se han reducido y muchas personas con talento pueden publicar un disco, pero el problema está en cómo acceder a los medios. El artista directamente tiene que hacer cosas que antes eran impensables. No sé si fue Little Pepe [popular cantante de reggae malagueño] el que me decía que cuando piensas en la canción debes pensar también en el clip y cómo presentarla en las redes. Todo ha cambiado, no tiene nada que ver.
¿Qué le interesa de la música de ahora?
A mí me gusta mucho la música de ahora, como la alternativa norteamericana. Yo escucho música nueva a diario y estoy al loro de lo que sucede.
Seguro que tendrá proyectos en mente…
Tengo dos o tres ideas muy buenas para llevar adelante y que creo que van a sorprender mucho, pero todavía no puedo contar nada. Sí puedo decir que el concierto en el Castillo de Gibralfaro va a ser filmado en vídeo y se va a grabar por pistas. Es muy posible que del concierto podamos extraer un disco en directo. La banda viene ampliada para la ocasión y la gente va a flipar, también con el repertorio. Nadie se va a esperar lo que hemos preparado.
(Emma Naranjo para La Opinión de Málaga).