Javier Ojeda: «Lo único que me hace ser optimista es que la música no va a desaparecer»

El cantante malagueño Javier Ojeda, líder de la mítica banda Danza Invisible, ofrecerá un concierto acústico el viernes 10 de mayo en el Auditorio de Castalla, dentro de su gira ‘Reversos 2013’. La actuación comenzará a las 20:30 horas y en ella se repasarán temas clásicos de Danza Invisible, además de otros pertenecientes a la carrera en solitario de Ojeda. El precio de las entradas es de tres euros y la recaudación se destinará íntegramente a la Asociación Dajla (Solidarios con el Pueblo Saharaui). Entradas anticipadas en el Auditorio y en la Oficina de Turismo de Castalla.

-¿Qué espectáculo vas a ofrecer en Castalla? 

Una selección del material propio que he visto más adecuado para trasladarlo al formato acústico. El acústico es un arte, no vale con sólo tocar las canciones como son en plan desenfuchado, sino que hay que reinterpretarlas por completo, y no todas son susceptibles de hacerlo, o al menos yo no siempre acierto con todas.

-¿Quién te acompañará sobre el escenario? 

Dos músicos de sobradas tablas y veteranía: se trata del guitarrista-teclista Miguel Paredes (productor de Efecto Mariposa, Danza Invisible, etc.) y el guitarrista Rafa Salas, que ha pasado por multitud de bandas locales de Málaga como Extraños Aquí o Motel Caimán. Ambos también hacen coros.

-¿Qué peso van a tener los temas clásicos de Danza Invisible en este concierto? 

Importante, sin duda. Me tomo los conciertos acústicos como un repaso por toda mi carrera y por eso no incido mucho en lo más reciente, para eso prefiero la banda completa. Si acaso, hay una fuerte presencia de canciones de los discos ‘Efectos personales’ y ‘Pura Danza’, dos de mis favoritos.

-¿A qué tipo de público va destinada esta actuación? 

A cualquier aficionado, no hay distinción alguna. Obviamente, el público que viene a verme suele ser ya madurito, pero pienso que mis canciones pueden conectar sin problema con los más jóvenes, sin duda.

-¿Prefieres el formato acústico o el eléctrico? ¿Qué te permite cada uno de ellos? 

Me gustan ambos, la verdad. A lo largo de estos últimos años he disfrutado mucho cambiando constantemente de formato; al final te acaba enriqueciendo un montón. Normalmente uno charla más con la audiencia en el acústico; hay que intentar transmitir una complicidad y crear una atmósfera especial para suplir la pérdida de watios, la ‘marcha’ como se dice vulgarmente. El eléctrico es siempre una experiencia más física.

-Háblanos de tus trabajos en solitario, de los cuales, supongo, también darás una buena muestra en Castalla. 

Claro, algo tocaré aunque no creas que tanto. Resulta, por ejemplo, que ‘Polo Sur’ es un disco con una fuerte presencia electrónica y por eso tengo que medir mucho los temas a interpretar. Y con ‘Reversos’ pasa algo parecido; es un disco grabado en directo en buena parte y con formato de banda. Los dos discos son muy distintos y estoy muy orgulloso de ellos, no son en absoluto trabajos acomodaticios. ‘Polo Sur’ es un trabajo más oscuro, muy de estudio, ‘Reversos’ es más directo en todos los sentidos y tiene mayor presencia de versiones.

-¿Qué representa para ti Danza Invisible? 

Hombre, ¡es el grupo de toda mi vida! Soy lo que soy gracias a Danza Invisible; se lo debo todo. Imagínate que llevo más tiempo con ellos que con mi esposa (risas).

-Últimamente has colaborado con Pablo Alborán, Melu, el rapero Gordo Master… ¿Te gustan este tipo de duetos? ¿Crees que le dan frescura al panorama musical español?

En los tres casos que me dices han sido favores: ellos me han llamado y yo he acudido. Los dúos siempre tienen gracia, salen cosas muy bonitas de combinar voces distintas. En el caso de Pablo Alborán, resulta que él es muy fan mío y por eso me pidió que le acompañase en su presentación en Málaga. Es un chaval magnífico y desde luego no se le ha subido el éxito a la cabeza, aunque lo que haga no tenga nada que ver con lo mío. Otro tanto pasa con Melu, una cantante sevillana aflamencada que me pidió colaborar con ella en su canción para ayudar a sacar fondos para la donación de órganos, el tema es benéfico. Y Gordo Master es mi colega y sin duda es uno de los raperos mejores del panorama nacional, sin discusión. Me lo pasé en grande grabando ‘Hotel Diablo’ en su disco.

-¿La música en formato físico está tocada de muerte? ¿Cuál es el futuro para los artistas: música on-line, descargas controladas, mp3, los conciertos…?  

Lamentablemente me temo que sí, el formato físico está por los suelos. Y yo soy un ferviente defensor del disco como objeto; no le acabo de ver la gracia a las descargas aunque sean legales. Me gusta mirar mi CD, ver los créditos, etc. La verdad es que no tengo ni puñetera idea de adónde va la música; cuando parece que hemos tocado fondo bajamos más y más, es algo horroroso lo que está ocurriendo. Lo único que me hace ser optimista es que la música no va a desaparecer, no hay quien la pare, por muchas trabas que haya para su desarrollo. Pero no hablemos del famoso 21% de IVA ni demás asuntos porque me cabreo; es para cabrearse.

-¿En qué proyectos andas inmerso actualmente?  

Ufff, lo más grande. Por un lado en un par de meses se editará un disco recopilatorio de Danza Invisible incluyendo el DVD del concierto que realizamos para nuestro 30 aniversario. Por otro, estoy llevando la dirección de la banda sonora de ‘321 Días en Michigan’, una película que se estrenará a comienzos del próximo año y en la que incluiré un par de canciones, a la vez que trabajaré en la producción de algunos temas que se grabarán ex profeso para el film. Y por otro, ya tengo ultimado mi nuevo disco en solitario, ‘La Paz’, aunque esperaré a finales de este año para su edición para no hacerlo coincidir con el de Danza. Es, sin duda, el disco más radiante y accesible de todos los que he realizado en solitario, ya veréis.

 

(Entrevista en «El Escaparate digital»).