Pues sí, lo que nos veníamos temiendo ha acabado por ocurrir. Algunos pensábamos que aquella veleidad de hacer un papelito de actor en el corto «Una tarde en Dino’s» se iba a quedar precisamente en eso, un capricho, pero no nos imaginábamos que el amigo JO decidiese engrosar la ya abultada nómina de lamentables cantantes-actores, cuyos ejemplos mil nos abstendremos de nombrar por no herir susceptibilidades. Al menos, en su salto al largometraje ¡oh herejía! ha tenido la decencia de intervenir haciendo algo a lo que es muy proclive, el trapicheo de alcohol. Esperamos que este momento, que con seguridad engrosará la lista de los más nefastos de la historia del celuloide, sea lo más breve posible y no estropee los magníficos augurios que trae el rodaje de «321 Días en Michigan», buenísimas noticias (hasta ahora) para el cine desde Málaga. Lo increíble es que el ínclito JO parece haber abducido al director del film, Enrique García, hasta el punto de hacer que le elogie públicamente desde su blog de rodaje del Diario Sur, lean, lean…
Hoy nos ha realizado un cameillo de lujo Javier Ojeda. Desde que nos conocimos en un vídeoclip para Motel Caimán ‘Contar contigo’ que realizamos en 2010, hemos mantenido un contacto continuado. Participó en el cortometraje de Fernando Castillo ‘Una tarde en Dino’s’, en el que además entonó un par de temas al son de Dean Martin; y realizamos un vídeo-clip a lo ‘Novia de Frankenstein’ en su single ‘Echa a volar’, de su proyecto ‘Reversos’. Luego llegó la colaboración en el Concierto homenaje a Marisol, y tras ver el entusiasmo con el que emprende cada proyecto que toca, Jose Carmona (el productor) y yo le encargamos la dirección musical del largometraje. Pero Javier no es solo nuestro director musical, es una persona que ha traído mucha fuerza y positividad durante meses, cuando el proyecto estaba en momentos más difíciles. Gracias por estar ahí, Javier. A las duras y a las maduras. Sin pedir nunca nada a cambio. No se puede ser más generoso.
(Fotografías de Gema Payá)