Ojeda, en el centro, junto a Miguel Rivera (derecha de la foto) y Sean Frutos (izquierda).
La «extraña mezcla» que formaron el cantante de Danza Invisible con Miguel Rivera, de Maga, y Sean Frutos, de Second, resultó en un recital precioso
Cuando anoche se abrió el telón del Teatro Echegaray fue como si se abriese un regalo para cada uno de los espectadores que esperaban impacientes en sus butacas. «Ostras, qué cerca estáis», dijo sorprendida una chica al cantante de Danza Invisible, Javier Ojeda. Como si la mítica voz del malagueño no fuese suficiente para convocar al público, sus ‘escoltas’ eran nada menos que Miguel Rivera, cantante del grupo sevillano Maga, y Sean Frutos, vocalista de los murcianos Second. Dos referentes del ‘indie’ nacional y uno, Ojeda, que en sus inicios también fue ‘underground’ y ahora parece tener el justo reconocimiento de su obra al frente de Danza Invisible más allá de ‘Sabor de amor’.
Todo comenzó precisamente donde ayer se materializó: en el ciclo MaF. El año pasado Maga fueron los encargados de inaugurarlo y Rivera, como fan confeso de Danza Invisible, versionó ‘Sin aliento’ e invitó a Ojeda a subir con él al escenario. La conexión, que ya había iniciado Frutos, era imparable, y cristalizó en la noche de ayer en un recital precioso en el que se mezclaron las mejores composiciones de los tres grupos.
Además de canciones de los tres grupos, los músicos versionaron temas como ‘Por qué te vas’, de Jeanette
Resulta complicado decidir quién de los tres es mejor cantante, pero el concierto no era una competición, sino más bien una ‘jam session’ entre amigos. La complicidad fue patente desde el primer minuto, cuando los tres músicos–acompañados por el teclista malagueño Daniel Lozano– comenzaron a tocar ‘Agua sin sueño’, del disco de Danza Invisible de 1986 ‘Música de contrabando’. «Tengo a mi lado a dos de los mejores vocalistas del pop español, ni ‘indie’ ni ostias… Nos vamos a entremezclar de una manera curiosa en este recital conjunto», explicó al público Javier Ojeda, que ejercía de anfitrión, tras el primer tema.
Éxitos y versiones
Le siguieron ‘Juego’ de Maga, cantada por los tres; ‘Lo único’, de Second, y ‘Diecinueve’, también de los sevillanos, en la que tomó las riendas Ojeda, demostrando que mantiene intactas sus inigualables dotes escénicas. Entonces llegaron dos momentos impagables, como fueron las versiones de ‘Por qué te vas’ de Jeanette, cantada por los tres, y de ‘Sabor de amor’, con Ojeda solo en el escenario transformando su mayor éxito en una canción casi desconocida si no fuera por un estribillo que está grabado a fuego en la mente de todos. También tuvieron sus momentos de intimidad Rivera, con ‘Por las tardes en el frío de las tiendas’, y Frutos, con ‘Teatro infinito’.
Para hacer honor al espíritu cinematográfico del ciclo MaF, Javier Ojeda entonó una canción que formó parte de la banda sonora de la película de 1946 ‘La próxima vez que vivamos’. ‘Cuando la luna sale’, interpretada originalmente por Gloria Lasso, sonó preciosa en las voces de Ojeda y Rivera, acompañadas magistralmente por el piano de Daniel Lozano. El público cantó la letra de ‘Rincón exquisito’ de Second y eso animó a Sean Frutos y también al líder de Danza Invisible, que disfrutó del tema como si fuese suyo. Los cuatro músicos se despidieron y se marcharon al camerino para volver apenas segundos después y regalar al Echegaray una interpretación a tres bandas de ‘Tuyo’, la canción de Rodrigo Amarante que se ha hecho popular por aparecer en la serie de Netflix ‘Narcos’. Para terminar, todos terminaron bailando con ‘Sin aliento’ en un final a la altura de un concierto magnífico.
(Fernando Morgado para Diario Sur).