Efectivamente, se podría decir que los actos 2 y 3 del «Barrio de La Paz» han llegado a la capital. En ese flujo incesante de JOactividad del pasado mes de septiembre se llevaron a cabo varias sesiones de grabación de las cuales hoy destacaremos dos.
Una de ellas es la participación del afamado baterista Ezequiel M. Navas, uno de los músicos más solicitados de Madrid tanto por su pericia en el estudio como por su tremenda solvencia en el directo. Javier y Ezequiel se conocieron hace unos 4 años en la gira de PopTour que les llevó por Perú y México y desde entonces se han hecho muy amigos. Este año han coincidido en numerosas ocasiones, ya que Ezequiel es además de batería de La Guardia gran admirador de Danza Invisible, de hecho no ha dudado en subirse al escenario como improvisado percusionista en no menos de cuatro ocasiones a lo largo de este año. Batería todoterreno, también ha acompañado a Raphael (sí, el mismo) en sus tres últimas giras, le ha sido confiada la grabación de «La bomba», precisamente la canción del disco que más puede recordar el estilo clásico Invisible. Y se luce, oigan. (Me pide Javier que no se me olvide dar las gracias a Francisco Simón y sobre todo a Carlos Sartorius por su generosidad y ayuda en el estudio, dicho queda).
Rubén Rebolleda ya estuvo presente en el acto 1 del «Barrio de La Paz», es el pianista y organista que aparece en «Hambre de ti», el tema de «Sabor a Málaga». Él y Javier se conocieron en una sesión en directo en la Sala Heineken, cuando Rubén acompañaba a los AntonMartins, y desde entonces han mantenido el contacto. Tuvo su pasado como teclista-acordeonista con la Orquesta Mondragón, pero desde hace tiempo este peculiar riojano de humor loco loquísimo trabaja en el mundo de la publicidad y la música incidental para cadenas como Antena 3. Pero no duda en en cargar su acordeón cuando su amigo JO pasa por Madrid y decide requerir sus servicios, como ha ocurrido este año en un par de ocasiones, los fans de Danza Invisible pudieron disfrutarle en Alpedrete, por ejemplo. Aparecerá en el tema «Kokomo» junto a otra colección de rutilantes estrellas, uff…. (Me pide Javier que no me olvide darle las gracias por grabar ese gozoso acordeón en momentos personales tan complicados como los que ha vivido, dicho queda).