Este pasado 2023 tuve la fortuna de hacer un concierto conjunto entremezclando temas con Pedro Guerra y me comentó que a lo largo del año estaba haciendo algunos conciertos exclusivos en formato acústico en los que el público escogía el repertorio. Hace apenas unos días he leído que El Kanka va a hacer lo mismo en su próxima gira con el propósito de que cada concierto sea distinto. Me parece una idea muy interesante pero mucho más realizable por un cantautor en solitario que lo que yo puedo ofrecer. Pero a mi modo sí que he procurado que cada actuación fuese distinta. Salvo una racha en primavera en la que repetimos canciones y orden para ir asentando a la banda, lo habitual ha sido que mis músicos me preguntasen cuál iba a ser la lista. Hemos contado con un amplio repertorio de aproximadamente 30 temas a lo largo de 2023, y en cada show lo habitual era cambiar 4 o 5 canciones.
En cuanto a experiencias personales, ha sido un año en el que se han alternado los buenos momentos con otros de nerviosismo y tristeza. Me explico, la cosa me ha ido estupendamente en solitario y eso me ha dado una tranquilidad inopinada de cara al futuro, pero el hecho de saber que Danza Invisible se disolvía desde abril tal y como conté aquí: https://javierojeda.com/sin-decir-adios/ te daba una cierta melancolía. Afortunadamente con mi banda hemos hecho un equipo humano estupendo y lo hemos pasado en grande, además haciendo una serie de actuaciones fantásticas, ¡por fin poder rodar a una banda a lo largo de un año! No veas si se nota en las complicidades, los automatismos… En fin, también me he llevado algún palo que otro en forma de pérdida de seres queridos, esto es ley de vida cuando uno va envejeciendo.
La verdad es que me noto bastante seguro de mí mismo ahora, y desde luego no me voy a retirar como algunos me han comentado confundiendo la separación de Danza con la mía propia. ¡Cómo voy yo a dejar la música, por dios! Creo que en breve se publicarán las canciones que he hecho para Cruz Roja («Voluntarios») y Sabor a Málaga («Málaga en el paladar»), también un tema llamado «Viento de poniente» que he compuesto junto a Isaac Aguilera y Juan Mari Montes y que ha grabado a ¡trío! junto a mis hijos Pablo «Jassy» Ojeda y Javier, que debuta cantando. Para más adelante hay un par de versiones que también tengo guardadas en la recámara, y unos cuantos temas propios más que ya veré cuando lanzo, no tengo prisa. O sea, que tengo abundantes balas en la recámara para cuando termine la gira de Danza a finales de junio. Volvemos a ensayar juntos este día 4 después de catorce meses y pico y va a ser una sensación extraña, pero seguro que al momento se revivirá aquella vieja química personal.
¿Sabéis? Hace unos meses un conocido mánager me ofreció participar en un festival muy potente y por motivos que no vienen al caso le dije que no. «Estás perdiendo una gran oportunidad de dar a conocer más tu proyecto en solitario en un marco como ese, blablabla», me dijo. A lo que le contesté: «Mira, a estas alturas de mi carrera ya no juego en esa liga. Es muy difícil volver a recuperar la popularidad de antaño y además me da exactamente igual. Vivo muy feliz, no me falta el trabajo y disfruto mucho de lo que hago sin aspirar a más, solo a seguir haciendo la mejor música que pueda hacer e interpretarla de la mejor manera». Yo ya he estado en lo más alto y he aprendido a caer, a levantarme otra vez y mantenerme, me da exactamente igual la fama, o sea, que como dice una bonita canción de Danza Invisible, «Me conformo». Con estar en paz y concordia con todo el mundo, con aquello de amar y ser amado. Resguardémonos este 2024 de la violencia política, que vivan la tolerancia y el respeto y que por favor llueva de una puñetera vez.