A las 9’00 en punto de la mañana nos encontramos reunidos en el auditorio del Instituto Salzillo una decena de aficionados convocados por la revista «Malaka Tones» y dispuestos a acribillarme a preguntas. La única condición es que no se corten. A ellos hay que sumarle la presencia de algunos componentes del grupo Motel Caimán, con evidentes muestras de embriaguez y de venir de «empalmadita». Comienza la tanda de preguntas:
–(María Casares): ¿Van a ser iguales las actuaciones del día 27 y 28? Lo digo para cogerme uno o dos días. Van a ser muy similares. Va a haber sólo una canción distinta entre un show y otro, por lo demás es igual salvo que un día tendremos de invitado a Sean Frutos, el cantante de Second. Y puede que para el segundo preparemos una broma monumental.
–(Lorena): ¿Y hay más invitados? ¿Se graban los dos días? Sí, unos cuya identidad no puedo desvelar. Efectivamente, grabaremos los dos días para tener más material para escoger. Mi idea es rescatar unos 8 temas para el disco, aunque me encantaría tener alguno más para el futuro, con el fin de utilizarlos como regalo, extras, etc. Se filmarán también las actuaciones, eso sí, no sé si las dos, dependiendo del presupuesto.
–(Rafa, de Motel Caimán): Hips, ¿es cierto que se te ha visto recientemente engominado patrás y vestido de frac, con bigotito a lo John Waters? Ya sabes que sí, regalito. Ha sido en el clip que he hecho con vosotros para la canción «Contar conmigo», dirigido por Enrique García, estupendo director de cortometrajes malagueño. Una de los dúos más chulos que he hecho, aunque me aparezcáis por aquí en este lamentable estado.
–(Insidioso): Estás mu pessao. Este año te hemos visto en varios formatos, con Danza, colaboraciones, pregonando, presentando lbros…¿Qué vas a hacer ahora para convencernos de que vayamos al Echegaray? Este es un proyecto nuevo, con temas nuevos y lo considero un gran avance. Estoy aprovechando una oportunidad que se me presenta para hacer algo distinto y con una banda extraordinaria, coincidiendo con un momento en que Danza no tiene mucho trabajo. Es genial poder llevar a cabo un proyecto como este, porque hoy en día uno no graba cuando quiere, sino cuando puede.
–(Fan Ática): ¿Va a ser como «Polo Sur» o más como lo que haces con Danza? Buena pregunta. Mira, exactamente como ninguno de los dos. Es menos pop que Danza pero más alegre que «Polo Sur». Es muy variado, con temas muy, muy salvajes y otros muy, muy profundos.
-(Antonio Cárdenas): ¿Por qué no me haces caso de una puñetera vez y te grabas un disco como lo que hacías con la Orquesta Sinfónica, en plan Frank Sinatra? O eso o de dúos, ¡seguro que funcionaría mejor! No te voy a decir que no. Pero mira, rebuscando en mi discoteca descubro que no tengo ningún disco de duetos, debe ser que si me gusta un artista me gusta él, y no que en un disco esté acompañado por un montón más, que me pueden gustar o no. Otra cosa es que haya un dúo puntual, claro. Como dice Frutos: «lo nuestro va a quedar de puta madre porque me encanta tu música y, sobre todo, porque somos amigos. Con esto de los dúos hay que tener cuidado, porque a veces te proponen cada cosa…». Ah, lo de la Orquesta me encantaría, pero por un lado es un proyecto carísimo y por otro, mmm, me esperaré a haber cumplido los cincuenta, ja, ja.
-(Adolfo, de Motel Caimán): ¿Cantas en tu nuevo disco? Cabronazo. Pues mira, no en todas las canciones. A ver si adivinas lo que quiero decir.
–(Cristina la alussinante): Eres un ciezo manío. ¿Por qué no contestas casi nunca en el Facebook? ¡Aagh, las redes sociales! Mira, el tema del chateo es algo que siempre me ha causado ansiedad, nunca sé cuando dar por zanjada una conversación. Me siento mucho más cómodo utilizando el blog, o dejando posts en la página de Danza. Por otra parte, prefiero dedicar más tiempo a hacer música que a promocionarla, no sé, yo prefiero entrar cada cuatro o cinco días, colgar una cosilla y poco más. ¡Si de todos modos hablo con todo el mundo después de los conciertos, joer!
–(María Casares): Yo pensaba, al escoger el Echegaray, que ibas a hacer un disco acústico. Ya, pero es que en los dos últimos años sólo he tocado en solitario en acústico, y ahora me apetece tocar con más gente, más electricidad. Aunque seguiré haciendo cosas acústicas, claro. Es bueno tener varios formatos.
.(Adolfo, de Motel Caimán): ¿Es cierto que al fin tocas la batería en tu nuevo disco? Mamón, paso palabra.
–(Danza integrista): ¿Para cuando váis a hacer un disco de Danza como los de antes y te dejas de zarandajas? ¿Has escuchado «Pura Danza, «Polo Sur» o «Tía Lucía»? Bueno, algún tema suelto nada más, pero… ¿Pero entonces de qué me hablas? Mira, yo comprendo que el grado de excitación que tienen los primeros trabajos de un grupo son muy especiales. Estás descubriendo un estilo, una personas, una estética… Repetir eso treinta años más tarde es imposible, ni tú ni nosotros somos los mismos, ni las circunstancias que nos rodean. Por otra parte, igual que creo que «Música de contrabando» es de lo mejor que hemos hecho, también pienso que, objetivamente, «Las reglas del juego» o «Besos al aire», por poner un par de ejemplos más o menos recientes, son superiores a la mayor parte de «Contacto Interior». Lo que pasa es que ya no son obra de un grupo al que te escapabas como un loco para ver y emborracharte en tus años mozos.
–(Lurdes): Entonces, ¿Por qué vas a regrabar algunas canciones antiguas de Danza? Ah, porque me encanta poder darles un nuevo enfoque. Por otro lado, la publicación de mi libro «Una historia del pop malagueño» me ha hecho mirar atrás con orgullo a nuestro legado. Va a estar bonito que algún nuevo oyente disfrute de esas piezas que se grabaron años ha. Seguramente, más de uno se va a llevar una sorpresa, porque Danza Invisible ha sido un grupo injustamente minusvalorado en ciertos ambientes, acaso por nuestra apariencia de excesiva «normalidad».
–(Carpepe let the good times roll): ¿Lo que vas a tocar esos días va a ser el disco en su totalidad? En un 90%. Faltará alguna posible versión de la que estoy esperando permiso de adaptación, pero sólo eso. Sí, puede ser un disco extenso, porque ahora mismo hay 6 temas nuevos originales, 6 versiones y 6 de Danza.
-(Shanketillo): Entonces, ¿qué es eso de las caras B? Seguramente me equivoqué al denominarlo así, porque no se ajusta del todo al contenido. Mira, yo, más que un compositor al uso, soy una especie de «catalizador»; un tipo que, apoyado en unos buenos acordes y textos ajenos, soy capaz de sacar adelante una canción, con su melodía, estructura, etc., y con no poco esfuerzo. Por eso siempre utilizo «acordes y versos de segunda mano» en mis temas originales, ¿me entiendes? Y si me gusta también hacer versiones ajenas es porque antes que nada soy vocalista, y me encanta expresar mis sentimientos con palabras y músicas de otros, como siempre hicieron Elvis, Sinatra o Lavoe, que casi nunca compusieron en su vida, ni puñetera falta que hizo.
–(Motel Caimán): Corta ya el rollo, majarón. ¿Nos vas a dejar tocar algo en tu disco o qué? Si ya sabéis que soy un facilón. ¡Anda, vámonos y nos tomamos algo!
P.D. (¡Anda! ¿A que no sabéis qué? Que me acabo de inventar todo esto. Ojú, cada vez estoy peor. En fin, si os sirve de algo… Os espero en el Echegaray).