El pasado miércoles vivimos un día de vino y cosas. Javier Ojeda celebró su cumpleaños al atardecer cerca de la Carihuela, donde justo un día antes se había disuelto en espuma de mar parte de mi historia familiar. Javier pasará una temporada estrenando camisas de flores y tendrá que hacer hueco en su librería para los nuevos inquilinos después de ese día.
Martha High llegó vestida de blanco, tan cercana y funky como siempre y mientras compartía un plato de aceitunas con Carmen Ojeda, nos pusimos al día de los preparativos para la próxima edición de la Escuela del Funk que volverá a celebrarse en la Térmica los días 19 y 20 de junio junto con Tony Match y Xantoné Blacq, donde también contarán con la Presentación oficial de ‘El Hechizo del Groove’ de Jaime Bajo González.
Esa tarde no sonó Rosalía en el Copacabana pero sí alguna canción de Javier y muchos temas de soul y funk, uno de ellos sonará versionado por Martha y Javier el 20 de julio en Fuengirola, aunque ambos antes estarán en el Festival Costa del Soul que se celebrará los días 21,22 y 23 de junio recorriendo los municipios de Estepona, Benalmádena y el Rincón de la Victoria con artistas como Gibson Brothers, Marta High & The Soul Cookers, Shirley Davis & The Silverbacks, Javier Ojeda Soul Project, Aurora & The Betrayers y Julia Martín entre otros, que por cierto llegó cuando ya nos habíamos marchado.
Al que sí pude saludar fue a Manuel Bellido pero esta vez hablamos de ópera, del Otello de nuestro Carlos Álvarez en el Teatro Cervantes, bueno y también del pasado concierto de Bob Dylan y lo mal que le sientan las multitudes a Bob, incluso tuvimos tiempo para comentar la vuelta de Ben Harper este verano a Starlite, acompañado por su banda.
Justo antes de marcharnos pude preguntar a Jose Ojeda por el proyecto del huerto Funky, una iniciativa ecológica y musical donde las sandías se abonan a ritmo de funk. En resumen, una tarde llena de luz, arte y música, es decir, una tarde llena de vida.
(Sandra Pedraja para Diario Sur).