¿Quién me iba a decir…?

No teman, no me refiero al reciente hit del amigo Bisbal, sino a la situación en la que me encuentro cuando redacto estas líneas: o séase, contrarreloj, ya que en breve marcho para dar el cante por esos mundos de Dios, pero al mismo tiempo motivado, con ganas de hacerlo, vamos. Creo que en multitud de ocasiones he relatado que mi primera vocación antes de ser tocado por los hados de la música fue la de ser periodista, ¿no es cierto? De hecho, si finalmente entré en Filología Inglesa era porque en aquel entonces no existía periodismo en Málaga y ya por entonces no contemplaba el irme a otro lado a estudiar, no. De todos modos el gusanillo siempre ha estado ahí, ¡con lo que me gusta hablar y opinar sobre lo humano y lo divino!

Lo curioso es que finalmente he llegado a escribir con cierta regularidad por el camino más extraño: como comentarista deportivo. Resulta que al amigo José Luis Malo, de la redacción de deportes del Diario Málaga Hoy se le ocurrió que cubriese un partido del Málaga y finalmente la cosa acabó en que estuve toda la temporada relatando el desplome del club en su último año en primera. Y la verdad es que a pesar de todo fue divertido, y para mi sorpresa ¡resulta que mis columnas eran las más leídas por el equipo! Me imagino que a futbolistas y directivos les haría gracia que inyectase humor a algo que en el fondo no es más que un pasatiempo.

Ahí conocí a Eduardo Huelin, entonces redactor jefe de deportes y en estos momentos director de la edición local de ADN. Sin duda un tipo valiente al encargarme esta colaboración más o menos quincenal, porque no es muy normal ,lo juro, que hoy por hoy te publiquen un artículo sobre tus manías (“Colgaera») o las de tu familia (“Los extra-vagantes»); o en el que sueltes que Zapatero y Aznar son “un poco maricones” –hay que leerlo en contexto, ja, ja- o mezcles a Paul Weller con los Pokémon (“¡Merdellón!») . También me he choteado cariñosamente de un intocable como Alejandro Sanz, provocando la indignación de una fan que no conoce el uso del signo de puntuación; y hasta de un concejal malagueño, descubriendo a posteriori que sí, que sí hay una canción en la que aparece el término “Panoplia” (de Javier Krahe, gracias, señor Sergio Carril). Lo que sí que no saben Eduardo y los demás compañeros de ADN es que esos amigos que cito EXISTEN REALMENTE. El actor porno, el merdellón, el asesor plasta. Algún día os hablaré de uno que se fue a Groenlandia vestido de Santa Claus y…me lo han dicho, si escribo un libro me forro.

Una lagrimita. Cumplimos 500 y no estoy para celebrarlo. Y este periódico no para de crecer. Claro, buenos profesionales no le faltan. Y benditos sean, de pensamiento libre; Toñi, Sonia, Esther, Maria Antonia, Martín, David, Jorge, gran jefe Eduardo, os aprecio un montón. Reservadme para, por ejemplo, el 525 que es prontito.

 

(Artículo publicado en ADN Málaga el 16-05-08).