Este ha sido un mes bastante bueno para mí por varios motivos:
- He realizado hasta 13 galas, una pasada para los tiempos que corren, creo que soy el artista de mi generación con más bolos. Y aunque no sea lo mismo ver al público sentado y con mascarilla, no deja de ser una liberación poder ejercer mi oficio. Y recuperar la economía, también, que vaya añito de 2020 pasamos.
- A destacar la gala de Benalmádena, donde grabamos el concierto por pistas. Entre éste y el de Málaga tenemos 28 canciones donde escoger para el futuro álbum en directo. Y hay varias cosas fantásticas, es lo que tiene el poder haber rodado a la banda varios días seguidos.
- Por fin he tocado con Danza. No sé por qué, con los años he desarrollado un extraño instinto protector con mis compañeros, y aunque yo sea el menor de la banda, me siento como responsable y lo estaba pasando regu por ellos.
- Mi disco «DeCantando» ha gustado. Por supuesto que me hubiese encantado poder tener más actuaciones en agosto para presentarlo, pero con la estupenda racha de julio me conformo.
- He acertado dando mi apoyo al Brisa Festival, que ha demostrado en mi ciudad cómo se pueden hacer las cosas en condiciones. Lo bueno es que para el año que viene han sembrado, han ganado una gran reputación. Y van a ayudar muchísimo a que la ciudad se consolide en el circuito de actuaciones de calidad.
- Cada vez me llaman más para eventos de todo tipo, no solo como artista sino como director, coordinador o asesor musical. Para el año que viene tengo varias buenas ofertas bajo la mesa y tengo que ver si voy a ser capaz de llevarlo tó palante.
- Tocar en mi barrio con una banda de metales formada por chavales me ha llenado de felicidad. Además muchos de los arreglos sonaban verdaderamente bien.
- Para septiembre volveré a realizar 13 galas, esta vez con solo 3 formatos (en agosto fueron hasta 7 las formaciones con las que canté y ensayé, para que luego algún cretino nos tache de vagos que siempre están de fiesta). «¿Cómo es lo de volver a tocar en directo?», me preguntaron hace poco, y contesté: «Si se me permite el símil sexual, es como volver a hacer el amor después de mucho tiempo. ¡Aunque con preservativo, jajajaja!«.
- En unos días, no sé si un par de semanas o así, se cumplirá el 40ª aniversario real de Danza Invisible, yo no entré en la banda hasta finales de febrero o marzo del 82. Una efeméride que no será celebrada de manera especial, aunque será bonito estar en el escenario con ellos en alguna gala próxima y pensar que 40 años atrás Manolo y Chris estaban con Ricardo Texidó dando nombre a ese proyecto que luego iba a hacer historia.
- Aquí viene el único punto conflictivo, aunque esto no es necesariamente malo. Estoy viendo con preocupación que el tema revival puede estar comiéndome terreno, cosa que de algún modo es inevitable, pero soy nada comodón y detesto estar tocando lo mismo toda la vida y meterme en un circuito que en nada beneficia lo creativo. Para el año que viene se avecinan cambios.