Tiempo de cambios

Hace unos días he leído una entrevista con la ministra de cultura y, entre muchos temas, tocaba el del derecho de los autores a ser retribuidos. Me parece bien, ¿o acaso el componer una canción no es un trabajo? Eso sí, especificaba que los músicos deben aceptar el hecho de que, en el futuro, va a ser mucho más común el recibir ingresos por piezas sueltas que por la obra en su conjunto. Me temo que, sin compartir algunas otras tesis de la Sra. Calvo, también aquí tiene razón. El caso es que entramos en una nueva era en la distribución del negocio de la música que ya no tiene vuelta atrás, es absurdo rasgarse las vestiduras por la escasísima venta de discos, la verdad, mejor ponerse el chubasquero con la tormenta y esperar que ésta cese, que tiene que cesar, en algún momento.

Yo siempre he pensado que parte de la culpa de la crisis del disco está en el formato. Aparte del precio, ¿no es verdad que hay muchísimos discos de los cuales uno acaba poniendo sólo tres o cuatro temas? ¿Por qué pagar entonces por quince? Además, me doy cuenta de que mi atención con respecto a la música tiende a desvanecerse algo pasados unos 25 minutos. No sé, en la época del vinilo yo a veces tardaba semanas en darle la vuelta al disco tras quemar la cara A. ¿Es necesario que la duración se extienda a los 75 minutos? ¿Deben valer lo mismo 40 minutos de música que 70? Yo veo claro que aquí hay alguna incoherencia. No sé, siempre he pensado que, con respecto a la duración, el formato ideal era el desaparecido EP o mini-lp (por ejemplo, el “Maratón” de Danza), unas 6 canciones, tiempo suficiente para esbozar un aire de obra global a la par que seguir gozando de la individualidad de los temas. ¿No estaría bien vender los discos así, a unos 5 euros? En fin, yo desde luego poca cosa puedo hacer, pero está claro que entramos en un periodo interesante que no sabemos bien a donde nos va a llevar. Por mi-nuestra parte, la época de crisis de ventas ha coincidido con una racha de muchas actuaciones en vivo, eso sí, contando con que voy de pluriempleado. Pero sí, me gusta. Me encanta. Y me va bien, ¿por qué no decirlo?

Una muestra del pluriempleo de regalo mensual: “As time goes by” en español con la Orquesta Sinfónica de Málaga. Es una pena que en la mezcla se pierda algo la sección de cuerdas en detrimento de la banda eléctrica, pero como muestra vale. Continuará…