Es algo contra lo que estoy teniendo que lidiar en los últimos diez años, la maldita tierra de nadie. Me refiero al hecho de ser un artista de difícil ubicación, alguien que va por libre y que además compagina su trabajo en solitario con su carrera al frente de Danza Invisible. A un mes vista, más o menos, de la publicación de «Reversos» me encuentro con las mismas trabas que hallé en «Polo Sur», el hecho de tener un disco demasiado difícil para las emisoras convencionales y de, para otras, tener el estigma de haber sido anteriormente un artista de éxito masivo. Hace unos días el entrevistador de ese estupendo programa de Radio 3 que es «Hoy empieza todo» me comentaba que habían recibido un mail diciendo «¿Pero qué hace ahí este tipo? Os recuerdo que esto es Radio 3«. Pues vaya con las sectas. Resulta que pardillos de este tipo seguramente no se van a tomar la mínima molestia en escuchar un disco que les podría alucinar a poco que se pusiesen a escucharlo sin prejuicios. ¿Es acaso un pecado el haber podido tener éxito con la música en el pasado? Anda y que te zurzan, chaval, y a todos los que piensan como tú.
Lo que me lleva a pensar en jodido que es esto de la autoedición, y por extensión en las dificultades que tiene desarrollar una carrera de largo recorrido en este país. Hace nada José Mª Guzmán (ex-Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, ex-Solera, ex-Cadillac) me regaló su disco más reciente: «29 de febrero», del 2010. Casi me cago patas abajo, perdón por la expresión. Ahí estaban algunas de las mejores canciones de pop español que he escuchado en los últimos años, vibrantes, frescas, con textos inteligentísimos, brillantemente cantadas y ejecutadas. ¿Y cómo me entero yo de la existencia de esta joya, por lo demás perfectamente comercial? A Guzmán le ocurre lo que nos está ocurriendo a tantos, la falta de un circuito y canales de difusión para veteranos no afectados por la chochez. Este mes en el que he estado enfrascado en la promoción de «Reversos» ha sido muy duro, te vas dando de bruces contra las emisoras, prensa, televisiones… Unas te dicen que el single escogido es «demasiado violento», otras que la línea o el «target» no va con la emisora o el canal de TV, otras sencillamente no te ponen si no ofreces pasta a cambio. Te vas a Barcelona (gracias por todo, Santi) y te fastidias viendo que la prensa de mayor difusión no tiene interés alguno en hacerse eco de tu nuevo trabajo, ni escucharlo siquiera. Los informativos de las distintas televisiones te van dando largas para después pasar, etc. Como consecuencia, a la hora de colocar el disco en las tiendas, muchos establecimientos te dicen aqullo de «no me lo mandes, ya te lo pediré yo si me llegan varios pedidos» y por tanto el disco es más difícil de localizar, como dificultad añadida a la de tener una distribuidora pequeñita, no amparada por multinacional alguna. Por eso, y como dije en alguna ocasión, dependeré muchísimo del boca a boca, del regalo de cumple a regalo de navidades, de la escucha casual en un coche, de gota a gota, peldaño a peldaño, labor de picapedrero.
Si no hubiese tenido antes la experiencia con «Polo Sur» seguro que hubiese cundido en mí el desánimo. Pero sé que ese disco, que inicialmente sufrió el rechazo de los Danzeros más integristas (llámense así a los que rechazan de plano que pueda cantar fuera de Danza Invisible, otra secta), cada vez es más comprendido, más apreciado. Es cuestión de tiempo. «Reversos» es un eslabón más, un disco necesario, una parte que nos faltaba para completar el puzzle de Javier Ojeda. Un paso adelante en la huida del revival, de verme obligado en el futuro a cantar una y otra vez los mismos viejos éxitos para un puñado de nostálgicos.
Aprovecho para decir que seguramente éste va a ser el último post que haga en la ubicación actual de www.javierojeda.com. Abrimos nueva web en breve, no porque la actual esté mal, sino porque hay plantillas nuevas que permiten poner la misma noticia en Facebook, Twitter y demás -lo cual me ahorra muchísimo trabajo-, y principalmente porque deseo gestionarla yo mismo. Durante muchos años me han hecho el trabajo altruístamente unos y otros, y ya es hora de dejar de delegar en otros. Por cierto, en esta nueva web, que seguirá llamándose igual, váis a poder intervenir todos, ya veréis. Amigo Marcky, Mipedtor, todos los demás, un abrazo fortísimo y mil gracias por todo. Marcky, en dos o tres días te llamo, compañero, esto ya está CASI listo.