Un concierto, por fin

Esta noche pondré fin al periodo más largo sin conciertos de toda mi carrera: cuatro meses y 11 días desde que intervine en la verbena solidaria a favor de los afectados por las inundaciones en el distrito de Campanillas (Málaga), aunque casi sería más exacto fijarlo en el 1 de marzo, 6 días antes, cuando hicimos un bonito show acústico en la localidad de Benarrabá, ya que éste fue un concierto entero. Después he hecho cosas online, muchas cosas online, pero ninguna gala oficial. Será esta noche en el restaurante del Campo de Golf de Añoreta (Rincón de la Victoria, Málaga) como invitado especial de Los Electroduendes, una banda de versiones de mucha solera, y aviso de que tocaré bastante temas porque tengo un monazo impresionante.

Para mí la nueva normalidad está siendo muy dura, qué queréis que os diga. Yo disfruto como un condenado con lo que hago y el no poder hacerlo me frustra sobremanera. Mientras estoy grabando el nuevo disco me entretengo y soy feliz, pero en los intervalos me va entrando la impaciencia. Este miércoles me suspendieron la actuación que iba a tener lugar en Almazán (Soria) este pasado viernes, ayer, y me dio una bajona terrible: «Tras la reunión de ayer de la junta de la Comunidad Autonómica de Castilla León, el Alcalde personalmente nos ha informado de que se lo prohíben por amenaza de cambio de fase en Soria». Y ya te da por pensar en que no vas a poder cantar en mucho tiempo, que el resto de las galas se te van a caer, etc.

Pero soy un tío tremendamente positivo y esto es una prueba de fuego de entereza. Este verano van a ser muy poquitas las cosas que se hagan en directo, pero voy a saborearlas con la ilusión de un niño. Aparte de la de esta noche, este  estaré el 24 en mi querido Chiringuito El Pez Limón de Zahara de los Atunes (Cádiz), en obligado formato acústico por las restricciones que ya conocéis. Y en agosto creo que van a ser un par de cosas con Danza y otras una o dos con la banda de solista al completo, en cuanto pueda os lo iré notificando. Este es un año en el que las galas se confirman muy, muy tarde por el temor a los rebrotes y las cancelaciones lamentablemente van a  estar a la orden del día.

¡Qué ganas de tocar! Esta noche me toca disfrutar, aunque no sea con mi banda.