Danza Invisible y La Unión congregaron a más de 1.500 personas el pasado viernes en el Palacio de Ferias y Congresos
La Unión fueron los encargados de cerrar la velada.
Danza Invisible y La Unión compartieron mismo escenario en el Palacio de Ferias y Congresos la noche del pasado viernes: todo un ejercicio de nostalgia para los que acudieron a recordar los éxitos que sonaron a finales de los 80 y principio de los 90.
Tras el grupo malagueño Motel Caimán, que se encargó de calentar los motores, el escenario se quedó a oscuras y el público comenzó a gritar. Javier Ojeda entraba eufórico a ritmo de la música y La estanquera del puerto fue el primer tema elegido para abrir el concierto. Después pasaron a Salsa rosa, una de las canciones mas coreadas de la noche. Fue tras esta canción cuando Ojeda vaticinaba que lo de esta noche sería un repaso a toda la carrera de Danza. Entre tema y tema tampoco faltaron guiños hacia el público, como en el momento en el que explicaba que, a pesar de ser considerados como un grupo de los 80, realmente sus temas más populares se encuentran ya en los primeros años de los noventa. Después de que el público saltara a ritmo de Sabor de amor, el momento emotivo de la noche llegó cuando Ojeda le dedicó el tema Por ahí se va al difunto José Ortega Manzanita, cantante y guitarrista autor de Por tu ausencia, que ya versionaron hace unos años los chicos de Danza Invisible.
Con Reina del Caribe el grupo abandonaba el escenario y el reclamo de las más de 1.500 personas que se dieron cita hace que la música del grupo malagueño vuelva a sonar. Es con El club del alcohol y El fin del verano cuando se alcanza el punto álgido de la noche. Danza Invisible está en forma y así lo demostraron una vez más ante sus paisanos.
A los 20 minutos, Rafa Sánchez y compañía aparecían en escena con La noche y Mil siluetas como primeros temas. A pesar de ser «compañeros de generación», como afirmaba Ojeda, La Unión lleva al público a otro registro diferente, con tintes de electro-pop.
Tras pasar por temas como Falso amor, Sobrevivir o Humo, es con Al este del edén cuando el público parece entregarlo todo, bailando y coreando al unísono. Después de la euforia desatada toca frenar el ritmo con Dónde estabais. Este momento también es escogido para recordar que el próximo 2014 la banda cumple 30 años sobre los escenarios: «No todo ha sido un camino de rosas, pero tampoco nos arrepentimos de nada, si aun estamos aquí es gracias a vosotros».
Más y más fue otro de los puntos fuertes de la noche y con Hombre lobo en París cuando se vuelve a repetir la euforia entre el público. Con Vuelve el amor La Unión se bajaba del escenario y las luces se apagaban. En este caso en vez de reclamar «otra» el público optó por gritar directamente Maracaibo, tema que precisamente sería el siguiente para dejar a la esperada Sildavia como broche final. Es así como acababa una larga velada –de casi 5 horas– con la música de los ochenta como protagonista. El concierto fue una auténtica vuelta a los ochenta, época en la que vuelve a estar de moda.
(Artículo de David Raro para La Opinión de Málaga).