Este país está cada día más merdellón

Pensaba titular este post con el nombre de «Polémicas absurdas» pero he cambiado a última hora porque sé que así me vais a leer más, jajajaja. Empecemos explicando para los no malagueños que «merdellón» es una palabra de uso casi exclusivo en nuestra provincia que deriva del francés «merde de gens» cuyo significado ya intenté desentrañar años ha en este viejo artículo y que viene que ni pintada para describir los últimos acontecimientos acaecidos en este divino país en el que, aunque los medios se empeñen en mostrar lo contrario, se vive estupendamente.

Primera polémica: lo de Garzón y las macrogranjas. Resulta que al pobre ministro le da por explicar en un medio británico que “el modelo de macrogranjas supone poco empleo, maltrato animal, contaminación de suelo y agua y además está destruyendo a nuestra ganadería extensiva”, algo con lo que estoy de acuerdo. A partir de ahí meses más tarde el presidente Castilla y León tergiversa las palabras del ministro (sin mencionar su reivindicación de la ganadería extensiva) y te suelta en Twitter, una red social muy merdellona, por cierto, esta frasecita: “Qué ha hecho Castilla y León para que el Gobierno de España ataque de nuevo a nuestros ganaderos. Nos tendrán enfrente en la defensa de los hombres y las mujeres del campo”. A partir de ahí lo más grande, hasta llegar al delirio actual de ese remedo cutre del asalto al capitolio perpetrado hace días en Lorca, con una serie de merdellones vociferantes y violentos liando el taco en el ayuntamiento, ¡qué poca justicia hacen la gente de ese maravilloso lugar! Y mientras los del PSOE poniéndose de perfil y mostrando tremenda deslealtad a sus socios de gobierno. Muy mal, Pedro Sánchez.

Segunda polémica: la Casa Real. Lo de el rey emérito intentando volver a entrar en España y las movidas del Urdangarín con la amante son algo inequívocamente merdellón que da bastante vergüenza ajena. Desde aquí me declaro abiertamente antimonárquico y deseo que la gente del gobierno me explique por qué ese interés en mantener una institución que no para de meter la pata y que ha robado lo más grande. Ya, ya, que Felipe no es igual que el padre blablabla, ¿y tú como lo sabes? ¿Este hombre no sabía de las corruptelas del padre y del cuñado? En ese caso habría que deponerlo directamente por inútil, ¿no creen? En fin.

Tercera polémica: Aquí van a cobrar todos, que hoy me siento guerrero. Hace tiempo que nuestra Ministra de Igualdad, Irene Montero, da síntomas claros de merdellonez. Lo primero fue el apoyo incondicional (junto a otra lumbreras como Adriana Lastra) a Rocío Carrasco «Rociíto» en esa serie de Tele 5, arquetípica cadena merdellona, en la que hablaba de cómo había sido maltratada por el marido y demás previo pago de una sustanciosa cantidad de pasta por parte de la mentada cadena televisiva. Pero dios, ¿qué hace una ministra metida en los berenjenales de Tele 5? A lo mejor soy un antiguo, pero a mí esto me chirría. Irene ha extendido sus tendencias merdellonas hacia Eurovisión, lo que nos lleva a la…

Cuarta polémica: El festival de Eurovisión lleva muchísimos años importándome una mierda, con perdón. Pero es que como ahora se politiza todo absurdamente la cancioncilla ganadora, típica tontería pseudo reggaetonera, ha pasado a ser el símbolo del heteropatriarcado en contraposición a las opciones «auténticas» representadas por Rigoberta Bandini y las Tanxugueiras esas. ¿Pero desde cuándo nos ha importado Eurovisión? ¿Qué pasa si las intérprete no ha compuesto su tema? Yo flipo, de pronto algunas de Podemos empiezan a criticar la canción ganadora en actitud claramente merdellona, los de Esquerra y el BNG atacan la decisión como muestra del desprecio del perverso estado español a las otras lenguas peninsulares y se monta el cirio más increíble. Y mientras, mogollón de artistas de verdad peleando por salir a flote en esta crisis que nunca acaba… Señor@s, déjense de ridiculeces y no me toquen las pelotas con Eurovisión, que de siempre ha sido un producto prefabricado.

Quinta polémica y ya acabo: Lo de la Reforma Laboral ha sido una mezcla de sainete, esperpento y por supuesto merdelloneo. Yo no entiendo mucho de esto, pero gente que sí sabe celebra la llegada de la reforma, un hito indiscutible que ha conseguido consenso entre empresarios y sindicalistas por una vez en este país. En vez de actuar como gente normal, los del PP y los de Vox, claro, se niegan en redondo. El PNV, Esquerra y otros socios de gobierno deciden no apoyarla porque resulta que Ciudadanos lo ha hecho y hay que que ver el PSOE qué desleal de no decírmelo a mí primero, ¿te puedes creer? Dos de UPN -presumiblemente untados- se saltan la disciplina de partido y votan «no» y todo termina en el esperpento de que… la reforma sale a flote porque un señor del PP mete la gamba y se equivoca al votar, causando todo tipo de mofas, memes y risas miles.

Lo que os he dicho, este país es muy superior a lo que reflejan nuestros medios. Y por supuesto al nivel de casi todos sus políticos. Porque aunque parezca mentira hay algunos, generalmente de perfil discreto, de los que merece la pena ser amigo.