Javier Ojeda y Chucho Valdés montan un «Terrormolinos»

  • El próximo disco del malagueño, en el que colabora el pianista cubano, hace un retrato músico-social del pueblo referente del turismo

En ‘Una historia del pop malagueño’ Javier Ojeda, líder de Danza Invisible, cuenta que en su día Torremolinos, desbordado por turistas cautivados con el moderno municipio, albergó algunas de las discotecas donde se pincharon los primeros hits de música negra en la ciudad. Sin embargo, este paraíso hedonista pasó a convertirse, en palabras del cantante malagueño, en «uno de los pueblos más retrógrados de toda España y ahora, después de la crisis, parece una película de terror, un Terrormolinos». Es por esto que Ojeda ha querido plasmar su visión de lo que es y llegó a ser el municipio, empapándose en este último álbum de la música que más sonó en la Costa del Sol durante su época dorada.

Mientras que en ‘Barrio de la Paz. Acto 1’, géneros como la rumba o el bolero son los protagonistas, éste tiene como base el ritmo funk que reinó en las pistas a finales de los 70, principios de los 80. Es el caso de ‘El trago’, una agitada revisión en clave funk del hit de Gil Scott-Heron con Chucho Valdés al piano. «La elección de los dos temas en los que participa Chucho se hizo de manera conjunta, pero con ésta tuve un sexto sentido, sabía que le gustaría», confesó Ojeda ayer durante la presentación de las canciones en la casa del pianista. No es de extrañar que al cubano afincado en Málaga le guste el tema de Scott-Heron, una atrevida fusión que mezcla la música cubana con el funk y el soul americano.

Este último álbum de Ojeda, su cuarto en solitario, incluirá letras de crítica social, aunque no quiere hacer un trabajo político, «sino humanista». Se percibe escuchando ‘Camino verde’, una elección «algo más friki», bromeó Ojeda, en la que el clásico compuesto por Carmelo Larrea se convierte en un tango pasado por la batidora pop de los Beatles. «Además, es una manera muy sutil de manifestar mi desacuerdo con la destrucción del medio ambiente», desgranó Ojeda, que está de acuerdo con Chucho en que los buenos mensajes recurren siempre a «una doble lectura y no a letras facilonas».

Experimentos

«Es una buena persona y un artista creativo, que siempre está buscando romper moldes», destacó el virtuoso pianista. Y es que el «intrépido» músico lleva experimentando con los géneros latinoamericanos desde 1988 con el elepé ‘A tu alcance’, de Danza Invisible. Así que es imposible que este nuevo trabajo no se nutra del anterior, en el se juega con los palos latinos y contará también con Raimundo Amador.

El disco, que saldrá en diciembre, «enero como muy tarde», adelantó Ojeda, se enmarca en uno de los discos conceptuales más críticos del cantante, donde culpa a todos los que miran a otro lado del estado decadente que vive el municipio. «Es muy fácil achacarlo a un gobierno en particular, pero eso es simplista», argumentó el músico, que de meterse en política, sabe que su felicidad «se iría al garete».

 

(Reportaje de Isabel Vargas para Diario Sur).